La Final Four estrena escenario, Belgrado, donde no se había celebrado ninguna de las 32 fases finales anteriores. Y estrena pabellón, el colosal Belgrado Arena, antes conocido por motivos publicitarios como Kombank Arena y ahora llamado Stark Arena. Le da nombre una compañía de alimentación que acaba de firmar un contrato de patrocinio por cinco años.

La construcción del recinto comenzó en 1992, pero se paralizó por la Guerra de Yugoslavia. Se retomó definitivamente con el nuevo siglo y se inauguró el 31 de julio de 2004. Puede reunir a más de 20.000 personas en algunos eventos, aunque para este Final Four su aforo ha quedado limitado a 16.967 espectadores, incluida la zona de prensa y el área VIP.

La idea inicial es que fuera la sede del Mundial de baloncesto de 1994 que finalmente no se organizó en Yugoslavia. En 2005 sí celebró el Eurobasket y ha acogido partidos del Estrella Roja y del Partizán en la Euroliga, un festival de Eurovisión y la Eurocopa de fútbol sala. Situado en Nuevo Belgrado, su construcción costó unos 70 millones de euros.

El Belgrado Arena llevará en esta Final Four los colores del Fenerbahçe, no solo porque el local Zeljko Obradovic puede lograr su décima Euroliga como entrenador, sino porque en la venta previa de localidades por internet el 39,1% de ellas fueron compradas por aficionados turcos. El siguiente país que le sigue es España, con un 14,7% de entradas adquiridas, aunque muchas por seguidores baskonistas, que las han revendido siguiendo el cauce legal marcado. En tercer lugar aparece Grecia (13,2%), pero como ni el Olympiacos ni el Panathinaikos se han clasificado, apenas habrá hinchas helenos. Llama la atención que un 2,7% de esos tickets se vendieron en Holanda y un 1,7% en Gran Bretaña, sin equipos en la competición.

Respecto a las entradas revendidas, muchas han sido adquiridas por aficionados turcos y del Zalgiris lituano. La Euroliga reserva, además, 800 localidades para cada equipo clasificado. De los cuatro, solo el Madrid devolverá un número importante de esos abonos, aunque el club no ha dicho cuántos. Por lo que es de esperar que la afición madridista sea minoritaria.