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NBA | CELTICS-CAVALIERS

Vuelve a Boston LeBron James, la gran pesadilla del Garden

Lleva seis victorias seguidas en playoffs en la pista de los Celtics. Nadie ha ganado más a los verdes ni ha anotado más contra ellos en playoffs.

Vuelve a Boston LeBron James, la gran pesadilla del Garden
Brian BabineauNBAE/Getty Images

Ningún jugador (que no haya jugado en los Celtics) ha metido más puntos que LeBron James en el Garden de Boston en playoffs: 979 por los 859 de Jerry West, los 842 de Wilt Chamberlain y, ya más lejos, los 698 de Kareem Abdul-Jabbar. Ninguno ha ganado más partidos totales (en casa o fuera) en las eliminatorias contra los orgullosos verdes que él: 21 victorias en 34 partidos (21-13). En total, LeBron ha jugado contra los Celtics en seis de sus doce visitas anteriores a playoffs. Con este año, serán siete en trece. Hasta ahora, 4-2 para él con cuatro triunfo seguidos desde 2011. Después de perder en segunda ronda en 2008 y 2010 con los Cavs, ha enlazado cuatro series seguidas con victoria, dos con los Heat (2011 y 2012) y dos desde su regreso a los Cavs (2015 y 2017). Si se añade Regular Season, desde su vuelta a casa en 2014 ha jugado 22 partidos contra los Celtics: 17-5 con una media de 27,6 puntos, 7,8 rebotes, 7,2 asistencias y 52% en tiros de campo.

Cuando LeBron jugó en el Garden por primera vez en playoffs (segunda ronda de 2008) los Celtics avanzaban hacia su por ahora único anillo desde 1986 con Paul Pierce, Kevin Garnett, Ray Allen, Rajon Rondo y Kendrick Perkins en su quinteto. Ahora juega contra unos Celtics radicalmente distintos, también a los de la temporada pasada y a pesar de la presencia esencial de Brad Stevens: ha jugado más partidos de playoffs en el Garden que nueve integrantes de la actual plantilla verde. Y suma seis triunfos seguidos. La temporada pasada, como esta, no tenía factor cancha, pero los Cavs pasaron (1-4) con tres victorias en tres partidos en Boston. Desde que exorcizó sus demonios contra este rival en el sexto partido de la final del Este de 2012 (a la que volverá después) está 10-1 en playoffs contra los Celtics (incluido ese partido). En sus seis triunfos seguidos que enlaza ahora a domicilio el marcador medio es 93-114. En los dos últimos los Cavs han anotado 130 y 135 puntos. De hecho, en la final del Este de 2017 los Cavs jugaron doce cuartos en el Garden: en nueve anotaron al menos 30 puntos y en dos pasaron de 40. En las citadas seis victorias seguidas, LeBron promedia más de un 60% en tiros con 34,3 puntos, 9,5 rebotes y 6,5 asistencias.

El año pasado, LeBron jugó un primer partido que ejerció un efecto devastador en los Celtics: 38+9+7 con un 58% en tiros en casi 42 minutos. Uno de los ambientes más feroces de la NBA se ha convertido en una de las pistas en las que LeBron ejerce una dominación más evidente. Mejor cuanto mayor es el reto, ya se sabe. Pero no siempre fue así y de hecho el Garden pudo cambiar su carrera para siempre. Esta se divide en dos, en el eje un partido en Boston el 7 de junio de 2012. Después de perder contra los Celtics en 2008 y 2010, se marchó a Miami Heat. En su primera temporada en Florida superó a los Celtics en semifinales de Conferencia (4-1) pero se estrelló en las Finales contra Dallas Mavericks, un varapalo para el megaproyecto del big three.

En su peor momento a nivel de imagen, zarandeado por la opinión pública y convertido en el enemigo público número 1, sus lujosos Heat pudieron desintegrarse un año después, cuando se midieron a los Celtics en la final de Conferencia y tuvieron que viajar a Boston con 2-3, al borde de la eliminación, con la mirada de EE UU fija sobre ellos y después de entregar el quinto partido en su pista. Era la tercera derrota consecutiva después de dos en el Garden: de 2-0 a 2-3 y la guillotina lista. Pero los Heat salvaron ese partido con una autoridad tremenda (79-98) gracias a una actuación majestuosa de un LeBron que anunciaba su madurez: 45 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias con un 19/26 en tiros que incluyó un tremendo repertorio desde la media distancia, su talón de Aquiles por entonces, y una salida fulgurante: 6/7 y 14 puntos en el primer cuarto para allanar el camino de una victoria que salvó un proyecto. Los Heat empataron a 3, ganaron el séptimo en su pista (101-88) y se llevaron después el título ante Oklahoma City Thunder. El primero para LeBron.

Ahora LeBron vuelve al Garden en su octava final de Conferencia consecutiva. Stevens usará sobre él un comité defensivo que incluirá a Jaylen Brown, Jayson Tatum, probablemente Semi Ojeleye y un Marcus Morris que se ha posicionado en las últimas horas como “el defensor perfecto” contra el mejor jugador del mundo. Él mismo ha dicho que tiene la mezclar perfecta de “altura, corpulencia y fuerza” para hacer daño a un LeBron que en los últimos 11 partidos contra los equipos de Morris no ha superado nunca los 30 puntos, promedia 21,1 y un 16% en triples.

No parece un plan perfecto ponerse en manos de Marcus Morris, pero los caminos de Brad Stevens son inescrutables. El técnico tratará, eso parece obvio, de incomodar a LeBron lo suficiente y minimizar a sus acompañantes para que, como mínimo, su equipo llegue con opciones a su terreno, los finales apretados. En estos playoffs, los Celtics han jugado 36 minutos en clutch time (últimos cinco minutos de partido con ventaja de cinco puntos o menos), más que nadie. En ese tiempo han anotado 90 puntos con un 70% de true shooting percentage (medias de tiro combinando todos los tiros de campo y los tiros libres) y un increíble 131,6 de rating ofensivo. Esas son sus armas. Las del rival, ya se sabe: LeBron James.