El Iberostar Tenerife asalta Gran Canaria y se apunta el derbi
Fue casi todo el partido por delante, y Vasileiadis sentenció desde el tiro libre. Abromaitis, Vázquez y Ponitka resultaron decisivos.
Le tiene tomada la medida el Iberostar Tenerife el Gran Canaria. Ya le ganó este curso en el Santiago Martín, y hoy le volvió a derrotar por segunda vez consecutiva, y con todas las de la ley, en su cancha. Llegó a empatar el Granca a 62 tras un parcial de 13-0, pero los visitantes templaron mejor los ánimos cuando más importante era.
Por fin, el Gran Canaria Arena registró un ambiente digno de un derbi regional en la mejor liga nacional de Europa. Esa atmósfera que debería ser un plus para el equipo local, en este caso el Herbalife, se volvió en su contra ante un Iberostar tan lanzado como rocoso, duro de pelar como el que más. Akognon empezó como un tiro para, con 5 puntos seguidos, darle las primeras ventajas a la formación lagunera, 3-5. En el intercambio de canastas inicial, el equipo de Casimiro sobrevivía a base de los triples de Eriksson, dos casi consecutivos para el 11-10.
El duelo comenzó a trabarse y ahí, cuando se multiplican los brazos en cada defensa, el Iberostar Tenerife se siente más cómodo. Así, un mate de Aguilar en el epílogo del primer cuarto mantenía a duras penas al Granca dentro del partido: 13-16.
En el segundo cuarto, Fran Vázquez se puso el partido por montera (6 puntos, 2 rebotes, 4 asistencias y 1 tapón al descanso), fagocitando al Granca en un y otro aro, como ese póster que le hizo a Aguilar para poner el 15-20 en el marcador. Abromaitis tenía su día, 13 puntos en los dos primeros cuartos, y con otro triple elevaba la renta tinerfeña hasta el 15-23. El parcial a favor del equipo de Katsikaris, en sus mejores minutos del partido, se estiró hasta el 2-9, apenas roto por Radicevic desde la línea de tiros libres (17-27).
Mas el Iberostar seguía a lo suyo, y una nueva asistencia de Vázquez a Abromaitis para que este enchufara su tercer triple, en los mismos intentos, puso el primer +10 del duelo: 23-34. Aturdido como estaba el Gran Canaria, los rivales olieron sangre y le lanzaron al cuello de un rival moribundo, como hizo Vasileaidis acto seguido también desde la línea de 6,75. Tal y como estaba el partido, bastante hicieron los locales, del todo inferiores desde el salto inicial, con llegar el descanso perdiendo ‘solo’ de 10: 29-39.
Queriendo sentenciar por la vía rápida, un triple de Akognon le dio rápidamente un +15 al Iberostar, 29-44, la máxima ventaja del partido. Como intentándolo por último vez, el Gran Canaria le echó todo el arrojo que hasta entonces le había faltado, y un triple de Seeley que supuso un parcial de 8-0 para el 37-44 obligó a Katsikaris a parar el partido. Pese a que Abromaitis volvió a abrir brecha con un 2+1, 37-47, el Herbalife seguía con pico y pala, y entre Aguilar y Rabaseda recortaron hasta el 44-49. No se dejaba sorprender el Iberostar, y un triple de Bassas al final del tercer periodo volvía a poner las cosas en su sitio: 46-55.
No aprovechaban los locales los continuos fallos en tiros libres del rival, tampoco acertados con el balón en juego. Así, un furioso mate de Ponitka ponía el 49-60 en el cielo del GC Arena, obligando a Casimiro a pedir tiempo muerto (7:04 para el final). Fue entonces cuando el Granca se desmelenó, quitándose precintos, aupado por el rugido del público local. Así, 5 puntos seguidos de Aguilar, más dos triples de un desatado Paulí, empataron el duelo a 60, poniendo después Balvin a los suyos por delante, 62-60, la primera vez desde el lejano 11-10.
Acudió Ponitka al rescate de los suyos, y con 6 puntos seguidos volvió a darle al Iberostar el mando del partido. Balvin recortó con un poderoso mate, pero una canasta de Beirán puso el 64-69, que podía ser mucho, cuando apenas quedaban dos minutos de partido. En un final que puso los desfibriladores a punto, un triple de Oliver, a falta de 40 segundos, dejando el electrónico en un apretadísimo 68-69 y, al menos, con una posesión para cada equipo por delante.
Beirán anotó para el equipo lagunero y, en la jugada siguiente, el trío arbitral coronó su desastrosa actuación con una clara falta no pitada de San Miguel a Oliver, que además acabó en técnica para el base pitada por Benjamín Jiménez. Fue entonces cuando Vaiseliadis sentenció desde el tiro libre la justísima victoria del Iberostar Tenerife, la segunda sobre el Granca en este curso, y la segunda consecutiva en la isla vecina. La lucha por los playoff, más abierta que nunca. Ojo al average…