El Estu espanta sus fantasmas con una paliza al Burgos
El equipo colegial ganó tras tres derrotas seguidas. Gran presencia de aficionados burgaleses. Landesberg (26) y Caner-Medley (19), los mejores.


El Movistar Estudiantes se dio un festín ante el San Pablo Burgos. Una alegría más que necesaria después de unas semanas que han sido un calvario. Tres derrotas tras el parón de selecciones. Solo un triunfo una vez eliminados de la Champions FIBA. “Un palo”, lo definió Willy Villar. Y lo fue y se notó. Ni ganas ni garra. Los colegiales eran unos fantasmas que vagaban por mitad de tabla hasta que llegó el Burgos, una presa apetecible (seis derrotas seguidas, antepenúltimos) y peligrosa (más de mil personas convirtieron el WiZink en un nuevo Coliseum en Madrid) que dio muestras de fragilidad y salió escaldado: cayó de 24, recibió cien. Es la segunda vez en Liga Endesa que los ramireños llegan o superan la centena de tantos. Nada mal para recuperar sensaciones.
A mil revoluciones despegaron ambos equipos en el Palacio. Los estudiantiles con ganas de lavar su imagen. Los burgaleses por el viento de su afición. Y los golpes volaban con el San Pablo repartiendo más fuerte de inicio. Jenkins volaba. Thompson martilleaba. 17-21 (min. 7). La máxima visitante. La última. No hubo más porque los estudiantiles se cansaron de ser el pelele de las últimas jornadas. Sin dejar nada al azar y con una intensidad no vista en mucho tiempo demarraron en el marcador. Con la garra demencial de Peña de salida (nunca sabes lo que te va a dar, pero es muy divertido) y Landesberg a lo suyo, llegó el primer estirón (27-19). No acabarían ahí. Solo habían arrancado.
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La segunda unidad de Epi naufragó con un Jenkins volátil y empeñado en ganar él solo. Los ramireños aprovecharon el momento y se divirtieron: del 29-21 al 54-30 pasó un suspiro. Nik Caner-Medley se dedicó a desquiciar con su tiro a media distancia. Vicedo y Brizuela a hacerlo por todos lados (entre ambos, 26 tantos). Landesberg desde la personal. Arteaga y Savané apuntalaban una defensa que era una empalizada. El balón circulaba por dentro en ataque y no solo por fuera. El único pero, Brown. El pívot está en coma y su facilidad para hacer faltas no le ayuda a despertar, la verdad.
Caner-Medley superó la barrera de los 20 de diferencia (47-26, min. 16). El estadounidense firmó su mejor actuación desde que regresó. Fueron 19 puntos y 5 rebotes para 24 de valoración. No hizo nada que no tuviera que hacer. Fue todo pensado. Meditado. Ahí es superior a muchos de sus pares. El San Pablo no encontró ni reacción ni consuelo. Los tiros libres eran su epitafio (15 de 27). Si levantaba algo la cabeza, se la cortaban. Principalmente, Landesberg: 26 tantos y 31 de valoración. Un día más en la oficina. El máximo anotador de la Liga Endesa puso el primer +26 (71-45). Brizuela, el segundo (98-72). Un día de fiesta en el Ramiro.





