Rivers y Calathes desnudan a un Unicaja que casi dice adiós
El Panathinaikos derrotó al Unicaja (79-90) gracias a su poderío físico en un segundo tiempo horroroso de los malagueños con parcial de 35-58.
No pudo ser. El Unicaja, que se fue al descanso con 44-32 de ventaja terminó ahogado por su inexplicable derrumbe, el tremendo poderío físico del Panathinaikos, el acierto de Rivers (21 puntos y 27 de valoración), la sabiduría de Calathes, que lo hace todo bien y dos relámpagos mágicos de Lekavicius que rompió el partido en el tramo final. El parcial de la segunda mitad fue demoledor: 35-58 Unicaja ya casi se ha quedado sin opciones de acceder al Top 8 que pasan por ganar los cuatro partidos que le faltan y que sus rivales lo pierda todo. Parece improbable.
Unicaja comenzó con notable acierto en el juego exterior (3/7 frente a 1/8 en tiros de tres). Tras un triple de Nedovic y un 2+1 de Brooks los de Plaza se colocaron con un interesante 24-16, llegándose al final del primer cuarto con 24-18.
Los malagueños seguían manteniendo el tipo (28-20 min 13). James era el hombre más efectivo del PAO. Okouo, en ausencia del lesionado Shermadini, iba creciendo en confianza bajo aros y en intimidación. Con un triple de Salin Unicaja se fue hasta los once puntos (33-22 minuto 15). Xavi Pascual pidió tiempo muerto porque necesitaba encontrar explicación a la frialdad de sus poderosas tropas con un balance horroroso allende los 6/75 /1/12). Nuevo acierto exterior de Waczynski y la barrera subió hasta 37-24 (min 17). Se llegó al descanso con 44-32. Un Unicaja muy serio y concentrado con solo cinco balones perdidos y apabullante ventaja con los lanzamientos de tres (6/13 contra 1/14). Más equilibrio en los tiros de dos (9/17 contra 14/20), escaso protagonismo de los talentosos James, Gist, Rivers o Calathes. Nedovic, nueve puntos.
Pero el segundo tiempo fue otra historia. Una vuelta a la tortilla. Rivers se puso serio y Catathes gobernando a su antojo. El tercer cuarto había arrancado con dos triples errados por los atenienses (1/17) Nedovic colocó el 48-34- 14 de ventaja (min. 22). El PAO se puso a presionar en toda la pista y el marcador se empezó a comprimir. Cuatro ataques errados, parcial de 0-8. La bestia parecía despertar (48-42 min 24). De manera inoportuna, triple de Rivers, el segundo de su equipo (50-45 min 25). Unicaja se atascó y perdió frescura en ataque (55-52 min 27). Afortunadamente Alberto Díaz, cada vez más seguro y selectivo tirando desde fuera colocó el 60-52 para desesperación de Pascual que pidió tiempo. Unicaja se dispersó y el Panathinaikos se colocó a solo dos puntos el 60-58 con parcial de 16-26 con el que se llegó al minuto 30.
La recta final arrancó de la peor manera. El panorama era tenebroso. Cinco puntos seguidos de Lekavicius. Parcial de 0-10 y 60-68 en dos minutos horrorosos e inexplicables. Una pájara inconcebible. Los triples que se le negaban ahora eran cheque al portador, tres seguidos. Los de Plaza reaccionaron porque no quedaba otra (67-70). Los malagueños se obligaban a sí mismos a volver a sus orígenes. Con un parcial de 10-2 el partido se igualo a 72 (35 min). Nuevo triple de Lekavicuis, inesperado protagonista (72-75). Ahora era Unicaja quien erraba triples (10/25). Y a falta de tres minutos, otro triple del señor Rivers, la pesadilla de Unicaja, colocó un 74-83 ya demoledor. Ya acumulaba 21 puntos y 24 de valoración. Lamonica, (siempre Lamonica) anula una canasta a Brooks, muy protestada, tras una rotunda técnica a Singleton. A falta de dos minutos, 79-83. Un leve arreón de los de Plaza. Calathes (enorme jugador) cortó las pocas alas de su oponente. Fin de la fiesta. El Panathinaikos impuso su fortaleza global y deja a Unicaja con remotísimas y milagrosas opciones de meterse en el Top 8. Deberá ganar a Barcelona, Brose, Olympiacos y Fenerbahçe y además Maccabi, Baskonia y Estrella Roja deberían perderlo todo. Misión imposible.