Los Raptors no frenan en New York y suman su octava seguida

Los Toronto Raptors vencieron en el Madison en un partido que resultaba sencillo, pero repleto de minas. Para empezar por el horario. Eran mediodía en Nueva York cuando el balón fue lanzado al aire y nunca sabes que sensaciones vas a tener a esas horas (dicen que Shaquille jugaba sus peores encuentros en esa franja de tiempo, por ejemplo). Y, para continuar, los de Casey aterrizaron en la Gran Manzana después del gran triunfo frente a los Houston Rockets. Dejarse llevar por el cansancio y perder tensión era una posibilidad.

Ante las opciones que se les abrían y los obstáculos, los Raptors tomaron la vía del medio: zigzaguearon durante los dos primeros cuartos, para descabezar a la bestia tras el descanso. Con DeRozan y Lowry a medio gas (4 de 16 en tiros de campo, 9 puntos y 3 de 8, 16, respectivamente), el líder del Este lanzó su brillante banquillo para destrozar a los Knicks y lograr su octava victoria seguida, la 15ª en 16 duelos. Su segunda unidad (los VanVleet, Siakam, Miles y compañía) anotaron el 52,2% de los puntos visitantes. 69 por 63. Una cifra aún más espectacular cuando al otro lado de la pista no llegaron a los 30 (29). Mucha presión contra unos Knicks que sin Porzingis (y hoy tampoco Kanter) se quedaron una temporada más sin entrar en los playoffs. Será su quinto curso seguido.