MINICOPA | IBEROSTAR 73 – MADRID 83
El Madrid gana su sexta Minicopa seguida y adelanta al Barça
Ndiaye (19 puntos y 20 rebotes) y Juan Núñez (MVP, 13 y 7 asistencias) lideraron a los blancos en una final vibrante. El base Pablo Plasencia (30) mantuvo vivo al Iberostar.
Cerca de 3.000 aficionados poblaron las gradas del Centro Insular, histórica cancha del Gran Canaria, para ver una vibrante final de la Minicopa. Ganó el Real Madrid, pero el Iberostar Canarias se puso por delante a falta de cinco minutos y llegó a mandar por tres (68-65). Entonces apareció el senegalés Eli Jonh Ndiaye: 14 años y 2,04, que cortó la efervescencia tinerfeña. Los blancos logran su sexta Minicopa consecutiva desde 2013, cuando Doncic se dio a conocer, y adelantan en el palmarés al Barcelona (5 títulos) y al Joventut (4), los únicos ganadores en las quince ediciones del torneo, que se estrenó con Ricky Rubio en 2004.
La superioridad física de los jugadores de origen africano marca diferencias a estas edades (13 y 14 años), y por una cuestión de competitividad y para garantizarse cupos de formación cada vez son más habituales en los equipos. Pero más allá del condicionante físico, hubo mucho talento y técnica individual muy trabajada sobre la pista. En el Iberostar, Janha Musa (19 puntos) y Berthold Eluku (7 y 16 rebotes) pusieron el músculo, pero es difícil no fijarse en la clase de Luis Herrera. Y en el desparpajo y habilidad de Pablo Plasencia, un base de 1,85 que mantuvo vivo a los suyos: 30 puntos y canastas de enorme mérito que permitieron la remontada.
En el Madrid, más allá de Ndiaye (19 puntos y 20 rebotes), vimos un bloque bastante sólido, en el que Juan Núñez (base, 1,84 y MVP del torneo) es un referente indudable. Metió una de las canastas de la final tras driblar con gran clase y soltar un medio gancho muy ensayado. Acabó con 13 puntos, 7 asistencias y 6 robos. Contemplamos a Juan Vaquero celebrar los triples a lo Llull. Clavó tres sin fallo para 13 tantos (5 de 5 en tiros de campo). Pero hubo más manos que empujaron en el equipo dirigido por Alberto Muñoz: Cebrián, Sediq Garuba y Milijasevic, el invitado.
En la cantera del Real Madrid, que dirige con éxito Alberto Angulo, definen así a Ndiaye, que juega con el equipo cadete en una categoría superior: “Ala-pívot con mucha movilidad en sus pies. Ágil y rápido con buena potencia de salto. Le gusta participar del juego en defensa y en ataque, es muy agresivo con el balón e impone su físico. Buena mano de media distancia”. Y de Juan Núñez aseguran esto: “Aúna unas grandes cualidades técnicas con una gran lectura del juego, lo que le convierte en un gran pasador, en un excelente director y en un líder en la pista”.
Un triunfo que recordarán, aunque para llegar a la élite queda mucho camino por delante. La precocidad de Doncic o Ricky Rubio no se ve todos los años.