La cantera blanca, tras los modelos Doncic y Mirotic

Apenas unos pocos elegidos pueden formarse en las categorías inferiores de un club grande y llegar a la élite en el mismo equipo. Completar el recorrido y triunfar. En el Barcelona, un referente durante años, Navarro es el único jugador criado en la entidad y asentado en la primera plantilla. Un salto que dio en el siglo pasado. Laso en el Madrid no tiene muchas más piezas talladas en casa, solo Doncic viene de abajo, porque ­Llull aterrizó con 19 años. Pero la cantera blanca, dirigida por Alberto Angulo desde 2009, ha sido más productiva en las últimas temporadas. Solo la aparición de Doncic, que ya jugó la Minicopa con el Madrid con 12 años, vale por varias. No ha sido la única: Willy, que ha volado a la NBA, y Mirotic (en 2014) son otros ejemplos.

La normativa obliga a cada equipo ACB a contar con cuatro jugadores formados en España. Pueden ser nacionales, pero también comunitarios y cotonús. El Madrid, en pleno ciclo triunfal, ha apostado por un núcleo duro de españoles que van cumpliendo años y aspira a sustituirlos con chavales formados en casa. Cuenta con un equipo júnior, que nutre al filial en la EBA (reforzado solo para este curso con cuatro veteranos). Y también con dos equipos cadetes y dos infantiles. Más de medio centenar de jugadores desde los 12 a los 18 años. Al menos una decena tiene un potencial elevado. Una de las perlas es Usman Garuba. Fortaleza y talento. Nacido en Madrid y criado en Azuqueca de Henares (Guadalajara), como su hermano pequeño, Ab Sediq, en el infantil B. El madrileño Diego de Blas y el malagueño Golden Dike también apuntan alto.

Y destaca, por supuesto, Dino Radoncic, que ha debutado con los mayores. Junto a él hay varios balcánicos que siguen los pasos de Doncic y de Mirotic con el mismo modelo formativo. Fichados jóvenes, integración rápida y mucho trabajo individual, incluso recién levantados, antes de ir a clase. Son los Nakic, Tisma, Vukcevic, Kostadinov... Una de las torres es el chino Zhiyao (2,03). En total, 14 becados por el club. Viven en la residencia de Valdebebas en habitaciones para dos, justo al lado del pabellón, donde hay una sala de estudio y un tutor que les ayuda. Un autobús les lleva al colegio SEK, en Villafranca (en el Noroeste de Madrid), y les trae. Antes de ofrecerles una beca son seguidos durante dos o tres años. Pablo Sañudo y Alfonso Casas realizan esa labor. Y deben explicarles muy bien el proyecto a los padres.

Hay dos canteranos, ahora lejos de Madrid, que cuentan con muchas opciones de formar parte del primer equipo el próximo curso. Son Felipe Dos Anjos (en Oviedo con 2,18 y 18 años) y Santi Yusta (Obradoiro). Solo los elegidos cruzan la meta.