UNICAJA 80-REAL MADRID 75

El Unicaja se agiganta y corta la racha de triunfos del Madrid

El equipo malagueño mandó siempre en el marcador y maniató a un Madrid muy desacertado en la primera parte (27 puntos). Los blancos son cuartos. El Unicaja iguala en la novena plaza
Baskonia - Real Madrid: Liga Endesa ACB

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No hay racha eterna, y aún menos en la Euroliga de las dobles jornadas. El Madrid dejó de contar, se quedó en trece victorias seguidas, siete en Europa. Cortó esa secuencia un Unicaja al alza, que ha sabido mantener la calma y apretar los dientes cuando vinieron mal dadas y en las últimas fechas se ha regalado victorias de prestigio. Esta viernes fue un equipo con alma y pegada, la de Waczynski, ­McCallum y Nedovic. El Real, en cambio, dejó síntomas de cierto agotamiento que se vieron también ante el Baskonia. Y volvió a perder un mes y once días después. Doncic fue de largo el mejor, como otras veces en las que se atascaron los engranajes: solo 27 puntos al descanso.

El Unicaja tardó más de tres minutos en entrar en el duelo, pero se coló por donde más se suma, el triple. Uno, dos tres... El Carpena rugía frente a un rival apocado que venía de surfear durante varias semanas la cresta de la ola. Brooks y Waczynski habían activado a los locales, pero detrás de lo visible había una labor sorda, la que hacían Soluade y Suárez.

Joan Plaza tenía movilizado al colectivo atrás y debía añadir piezas en ataque para que la maquinaria verde no se detuviera. Y ahí vimos a un Nedovic lozano de piernas, aunque siempre con la mochila de los achaques a cuestas. El Madrid desapareció del mapa cuatro minutos y Laso hizo sonar de urgencia la campana del tiempo muerto para evitar el KO por la vía rápida: 30-15.

Remontada

El doble desafío estaba planteado. Para el Unicaja quedaba el reto de la continuidad con 25 minutos aún por delante, mucha tela que cortar. Y para el Madrid, el de la remontada. Cumplieron los dos. Los de Plaza mantuvieron el control, aunque no se sabe bien cómo el Real recortó la desventaja a cero: 48-48. Fue un arreón de talento y acierto (tres triples y un 2+1), pero la escasez de pívots, la cuarta de Tavares (minuto 25) y cierta fatiga le impidieron incorporarse del todo. Eso y la energía local, el rebote, el poderío irrefrenable de ­McCallum y Waczynski, la aparición de ­Nedovic... Un Unicaja gigante que tras amenazar zozobra navega viento en popa. Solo le falta terminar de izar las velas.