Como un padre más, el seleccionador nacional Sergio Scariolo estuvo en el Torneo Internacional Júnior de L' Hospitalet siguiendo a su hijo mayor Alessandro, de 16 años, jugador del Unicaja Málaga. Además, como responsable técnico de la Selección aprovechó para ver a los jugadores jóvenes con más proyección.

El domingo dio una clase magistral en L'Hospitalet ante más de un centenar de asistentes. ¿Fue un clinic especial por su carácter benéfico?

Básicamente lo que hago a nivel de charlas para empresas o entrenadores es para la Fundación Cesare Scariolo, que creé en memoria de mi padre. A nosotros los deportistas siempre nos llaman de ciento cincuenta mil sitios para pedir una ayuda y he preferido concentrar mi actividad y mi ayuda hacia personas con necesidad, concretamente familias y niños con leucemia o cáncer de la zona del sur de España.

¿También fue especial ver desde la grada a su hijo mayor Alessandro con el Unicaja júnior?

Es el más joven del equipo y uno de los más jóvenes del torneo. Está dando sus primeros pasos en el baloncesto júnior y aún le queda mucho. Estudia, que es lo más importante para llevar paralelamente su actividad, y está disfrutando. A veces las cosas le pueden salir un poco mejor o un poco pero, pero el nivel del torneo de L' Hospitalet es altísimo y le va bien.

¿Se fijó también en otros jóvenes jugadores del torneo?

Como responsable técnico de las categorías inferiores de la Federación Española, obviamente me interesa ver a los pocos, lamentablemente, jugadores españoles que pueden tener protagonismo, minutos, presencia y posibilidades de progresar hacia las categorías superiores.

En la primera Ventana de la FIBA apostó por cuatro veteranos de la talla de Albert Oliver, Fran Vázquez, Sergi Vidal y Quino Colom junto a noveles como Sebas Saiz, Sergi García, Edagar Vicedo, Víctor Arteaga, Jaime Fernández… Un grupo que acabó ilusionado y en el que ahora todos quieren repetir.

Habrá que tener inteligencia, pero, francamente, creo en este grupo de jugadores para poder seguir. Yo soy un empleado de la Federación y recibo el input del abanico dentro del cual seleccionar los dieciséis de la siguiente convocatoria. Y a partir de ahí tengo claro que el objetivo, de todas formas, es lograr la clasificación para el Campeonato del Mundo de China 2019.

¿Eso es complicado?

Hay muchos intereses involucrados, pero yo creo que hemos empezado muy bien. Lo que hicieron esos jugadores ya ha quedado en una página de la historia del baloncesto español, quizás no tan glamurosa pero seguramente muy significativa.

Entre los jugadores de clubes españoles de Euroliga y los que están en la NBA, hay casi una veintena que no pueden jugar estas primeras Ventanas. ¿Cuál fue su planteamiento para resolver esto?

He aprendido que cuando tengamos el problema lo afrontaremos. Hasta entonces hay que ver el momento e intentar hacerlo lo mejor posible. Luego, cuando tengamos otra disponibilidad, ya veremos.

¿Es posible trabajar en una situación así?

Soy simplemente un entrenador aunque espero que FIBA y Euroliga se pongan de acuerdo. Pero desde el primer día, y creo que esa ha sido nuestra gran fuerza, ya pensé en hacer la fase de clasificación con ese grupo de jugadores. Hemos sido la única Federación de toda Europa que había trabajado con un grupo de jugadores de la que salió la base de los que han competido.

¿Lo vio venir?

Mire, pensamos de forma práctica diciendo ‘si se ponen de acuerdo, ya veremos’, pero mi previsión era que no sería así. Empezamos a trabajar con este grupo, que nos ha dado mucha satisfacción y, a partir de ahí, no me importaría seguir con él.

El próximo 20 de febrero jugarán en Bielorrusia y el 26 en casa ante Montenegro en la segunda Ventana. ¿Afronta esos partidos con optimismo?

Ojalá podamos seguir porque encarrilar la fase de clasificación con cuatro victorias sería estupendo, pero hay que ir paso a paso.

En junio podría disponer de todos los jugadores con los que no ha podido contar ahora. ¿Será un nuevo enfoque?

Ya veremos porque hay que tener en consideración muchos factores, no solamente la calidad. No podré disponer de todos porque habrá muchos que llevarán una carga importante por toda la temporada. Ya veremos si los llamaremos, ya veremos a cuáles porque, desde luego, no vamos a llamar a gente de 37 años para jugar una Ventana de clasificación. Cuando llegue el momento pensaremos en ello.