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NBA

LeBron: uno de los mejores de la historia cumple hoy 33 años

Sin ningún síntoma de declive y con su juego más perfeccionado que nunca, lucha por retirarse como el mejor jugador de todos los tiempos.

El salario de LeBron James esta temporada supera los 33 millones de dólares. Ya ha ganado más de 200 solo en contratos con los dos equipos en los que ha jugado, Cleveland Cavaliers y Miami desde 2003 (poco más de 4 en su primera temporada). El próximo verano puede firmar, en Cleveland o en otro sitio, por cinco años y más de 200 millones y aunque nunca se ha confirmado de forma oficial, el contrato vitalicio que firmó con Nike en 2015 se fue por encima de los 1.000 millones. Su fortuna ya está valorada en unos 300 millones gracias a contratos con Coca Cola y KIA, entre otras de las otras firmas de las que es imagen, y a sus inversiones: de pizzerías en Miami a la industria tecnológica o los negocios en Hollywood (SpringHill Entertainment, Unimterrupted…).

Parte de ese dinero va a las causas benéficas en las que se vuelva con su fundación, y que le convierten en mucho más que un jugador de baloncesto en su Ohio natal. Y aproximadamente un millón y medio de dólares se dedica cada año a asegurar que LeBron James esté en las mejores condiciones físicas posibles para jugar al baloncesto: ha construido en su casa un gimnasio con lo mejor de lo que vio en los de los Heat y los Cavs. Tiene dos entrenadores propios y siempre le acompaña uno de ellos. Se da masajes tres o cuatro días a la semana, usa ropa y botas especiales antes y después de los partidos para favorecer la circulación, fue uno de los pioneros en el uso de las cámaras criogénicas... Antes de los partidos come pollo y pasta o verdura y después de ellos toma zumos ricos en electrolitos y se somete a sesiones de electroestimulación. Rutinas estoicas que, unidas a una genética absolutamente privilegiada, desembocan en lo que dijo Steve Kerr, el técnico de los Warriors, antes del duelo de Navidad contra los Cavaliers de LeBron. La gran rivalidad de esta era: “Venía pensando en el coche… ¿Cuántos jugadores son mejores en su decimoquinta temporada que en la décima? Y más si hablamos de súper estrellas. Piensa en los mejores de siempre: Jordan, Magic, Bird, Chamberlain, Kareem, Russell… Algunos ni siquiera jugaron quince temporadas. ¿Alguno era mejor en la decimoquinta que en la décima. No creo. Por eso es tan increíble lo de LeBron. Siempre ha sido muy dominante, siempre ha impuesto su físico desde que llego a la liga. Pero ahora ha llevado su juego a un nivel nuevo”.

Tres lustros de carrera en la NBA

“Ahora las cosas pasan en la pista como a cámara lenta para mí. Veo todo lo que sucede… y lo que va a suceder en cada jugada”, remata un LeBron que romperá una nueva barrera y firmará un contrato masivo, por años y cantidades, ya con los 33 años que cumple hoy. Como llegó directamente desde el instituto debutó (20 de octubre de 2003) con 18 años y 303 días en el partido inaugural de la temporada 2003-04. Así que esta es su decimoquinta en la NBA (undécima en los Cavs con el paréntesis de cuatro en Miami Heat). Y como nunca se lesiona (nunca se ha perdido más del 15% de los partidos de una temporada entre Regular Season y playoffs) y siempre tiene a sus equipos entre los mejores de la liga (esta será su decimotercera temporada en playoffs y lleva siete finales jugadas de forma consecutiva) acumula ya 1312 partidos y 51.709 minutos en la NBA. En ninguna temporada ha bajado de 35 minutos de media, no se ha perdido ni un solo partido de playoffs y solo ha sido una vez suplente, tras una pequeña lesión en un dedo y por petición propia para entrar en la pista a la vez que Anderson Varejao y evitar así que pitaran a su compañero, que también regresaba, en su caso tras una ausencia voluntaria provocada por una duras negociaciones para renovar su contrato con los Cavaliers.

Lo increíble no es que LeBron siga en la NBA sino que lo haga siendo todavía el mejor jugador del mundo, como firme aspirante al MVP (en ninguna temporada ha estado fuera de los diez primeros en las votaciones), en sus mejores números en asistencias (9,3) y bordeando sus mejores porcentajes en tiro de campo (56%), triples (40) y tiros libres (77,8). Promedia casi 28 puntos y más de 8 rebotes y 9 asistencias por partido y es el único jugador que ha sumado en su carrera 27.000 puntos, 7.000 rebotes y 7.000 asistencias. Si se baja la anotación a 25.000, solo tendría un acompañante: Oscar Robertson. LeBron James no se lesiona jamás, o esa sensación da, y ha tenido tan pocos percances físicos importantes que el peor que se le recuerda son unos problemas de espalda que le obligaron a parar en enero de 2015… durante dos semanas. Se acerca en una plenitud que no tiene comparación en la historia del baloncesto al momento en el que otras grandes estrellas empezaron a sentir de verdad el peso de los años. Si se considera a otros prodigios de longevidad, el declive de Kobe Bryant y Tim Duncan empezó a ser visible en torno a los 54.000 minutos de carrera NBA. Y el de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone hasta, aproximadamente, los 60.000.

Lo que hace incomparable el recorrido de LeBron es la combinación de temporadas, partidos y minutos. Siempre con una exigencia extrema: cuatro MVP, trece All Star seguidos, once veces en el Mejor Quinteto, cinco en el Quinteto Defensivo… y siempre por encima de los 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias por partido. Y si se aparta su año rookie, siempre más allá del 25x6x6. Antes del inicio de esta temporada, ya llevaba casi 2.000 minutos más que Michael Jordan (48.485 totales), que jugó 179 partidos de playoffs y seis Finales por los 217 y ocho que lleva LeBron. Jordan, para casi todos el mejor de la historia, jugó 15 temporadas y se retiró con 40 años, pero llegó más tarde a la NBA tras su paso por North Carolina (debutó con 21 años y 252 días) y pasó por dos retiradas temporadas, una entre sus dos threepeats para jugar al béisbol (1994-95) y otra entre 1998 y 2001, cuando decidió regresar para jugar 142 partidos con Washington Wizards.

La alargada sombra de Michael Jordan

Este año LeBron igualará los 14 All Star de Jordan y todavía puede alcanzarle con un quinto MVP. Los fans de Jordan se aferran a su demoledora eficacia en las Finales: 6 jugadas, 6 ganadas, 6 MVP. LeBron, que ha lidiado con los Spurs de Popovich y los Warriors de Kerr (dos de los mejores equipos de la historia), suma 8 Finales y 7 seguidas… pero tres anillos con tres MVP por cinco derrotas (dos ante los Spurs, dos ante los Warriors y una contra los Mavericks de Nowitzki). El partido tipo de la carrera de Jordan sería este: 30,1 puntos, 6,2 rebotes, 5,3 asistencias, 2,3 robos, 0,8 tapones. El de LeBron, por ahora, este: 27,2 puntos, 7,3 rebotes, 7,1 asistencias, 1,6 robos y 0,8 tapones. Jordan fue diez veces Máximo Anotador (31 partidos de más de 50 puntos) y tres líder en robos. LeBron ha sido una Máximo Anotador (11 de más de 50) pero suma ya 62 triples-dobles por los 28 de Jordan. Y ha liderado a su equipo en puntos, rebotes y asistencias en el mismo partido 110 veces ya por las 44 totales de la gran leyenda de Chicago Bulls.

Son solos unos datos para un debate que parece inevitable según se acerca el final de la carrera de LeBron, ya en el panteón de los más grandes (junto a Jordan, Magic, Kareem, Bird, Russell, Chamberlain…), con la certeza de que romperá moldes con su nuevo contrato camino de los 34 años (en un rango de entre los 205 y los 219 millones si es por cinco años y en función de cuándo y cómo lo firme) y que tiene todavía a tiro, aunque lejos, irse como el máximo anotador de siempre (es séptimo a 8.628 de Kareem y anota unos 2.000 por temporada) y ser el único de la historia en el top-10 en puntos y asistencias, donde ahora (7.786) es decimosegundo a poco más de 600 del décimo.

Precisamente esa faceta del LeBron pasador, una visión de juego cercana a la de Magic Johnson en un cuerpo parecido al de Karl Malone, es una de las virtudes que está permitiéndole seguir siendo un jugador extraordinario en un momento en el que el cuentakilómetros debería estar afectando más de lo que lo está haciendo (si es que lo está haciendo algo).

Magic Johnson, Larry Bird, Bill Russell o Isiah Thomas no llegaron a las quince temporadas que ya pisa LeBron, y Jordan las sumó con ese último trayecto en los Wizards. La capacidad que está mostrando para seguir siendo un jugador dominante más allá de años y temporadas acumuladas es un asunto decisivo en el legado de un jugador que siempre cargará con las, por ahora, cinco finales perdidas, algo que solo han hecho otros tres jugadores: Jerry West (1-8 en nueve), Elgin Baylor (0-7 en siete) y Larry Foust (0-5 en cinco). Con cuatro derrotas aparecen Magic, Kareem, Wilt Chamberlain o Danny Ainge. Es el precio de enfrentarse a equipos que ya son legendarios (los citados Spurs, Warriors…) y de estar siempre ahí: siete Finales seguidas, ninguna eliminación en primera ronda de playoffs y solo tres en segunda (nunca menos de trece partidos en unos playoffs).

La temporada pasada, en la que cumplió 32 años y 14 en la liga, fue el jugador con más minutos por partido (37,8). Ahora es tercero solo por detrás de Giannis Antetokounmpo y Jimmy Butler y nunca ha jugado menos de 35,6 de media (en la primera después de su regreso a Cleveland, con David Blatt como técnico). Acapara (cifras de usage) el 31% del juego de su equipo, un ratio en el que solo le superan Kyrie Irving, Giannis, Joel Embiid, Kristaps Porzinigis, DeMarcus Cousins, Russell Westbrook y James Harden. El más veterano, Westbrook, tiene 29 años y llegó a la NBA en 2008. El más joven, Porzingis, nació en 1994, cuando tenía ya nueve años un LeBron que ahora cumple 33 sin ningún síntoma de flaqueza y sin más objetivos que jugar su octava Final de la NBA seguida y seguir posicionando su nombre en el Olimpo del baloncesto. Ya es top-5 histórico indiscutible y para muchos top-3. ¿Cuándo se retire? Esa es una muy buena pregunta que tocará hacerse en su momento. Por ahora, feliz cumpleaños al Rey de la NBA.

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