El Estudiantes vuelve a caer en casa y se ahoga en Liga

Una más y por repetitiva no deja de ser bochornosa. El Movistar Estudiantes cayó ante un buen y serio UCAM Murcia y suma una derrota más en casa. Son tres en cuatro partidos en el WiZink: Gipuzkoa, Fuenlabrada y este domingo. Se ganó al Barcelona. Son tres encuentros perdidos contra equipos de 'su liga' y es decepcionante, aburrido, cansado. Por configuración de plantilla. Por ver como temporada tras temporada la historia no cambia. Ni se aprende de ella que es lo peor. Repito: bochornoso. Decepcionante. Solo Landesberg estuvo a la altura con 29 puntos (dejemos de lado sus problemas desde la personal). El resto están. Se les ve. Pero tampoco vamos a gastar tiempo. Un poquito de Hakanson por resaltar algo.

Ya desde primera hora se veía que el asunto no iba a marchar bien. El Murcia salió disparado con un 5-15 y Soko en modo Shaquille O'Neal ante los pívots colegiales. Algo que tampoco es desconocido: cualquier 'alto' es all star ante esta defensa. Una y otra vez (y durante los 25 minutos que estuvo en cancha), el británico sacó los colores a todos sus pares. Falló su primer tiro al inicio del tercer cuarto para un rendimiento final de 18 puntos. Brutal su aportación. A pesar de ello, los colegiales se rehicieron. Con mayor presión en defensa y efectividad en ataque, el Estu logró su máxima del partido: +11. Parecía que el orden en Madrid se reestablecía. Pobres incrédulos.

Si Soko 'descansaba' surgía Hannah. Vaya tercer cuarto. El base (21 tantos), el solito, sin ayuda, dio la vuelta al marcador (57-60) y desde ahí, el Murcia cogió ritmo. Se bailaba a su son. Primero un vals relajado y luego un rock de alto decibelios que rompió el duelo con un parcial 0-6 de arranque en el último cuarto (60-66) y 0-7 de intermedio (70-77). Demasiado para un enclenque Estudiantes que vivió solo del altruismo de Landesberg. El estadounidense hizo 10 de los 20 tantos estudiantiles en los últimos diez minutos. El resto, pues eso, ahí estaban con Maldonado en la banda sin saber reaccionar. Sin saber qué hacer. El barco se le hunde y el capitán es el principal responsable.