Sergio Scariolo estaba tranquilo y comedido pero felicísimo en las entrañas del Sports Center Moraca de Podgorica. Refugiado del frío que ya entraba a esas horas en el pabellón, atendió a los medios feliz por el compromiso que, una vez más, han demostrado los jugadores, otros jugadores, con la Selección de baloncesto.

-La valoración será más que positiva…

-Estoy encantado con la actitud de los 16 jugadores. No sólo en el partido de esta noche sino por cómo han respondido en esta convocatoria y cómo han jugado hoy. Después de un primer cuarto de estudio hemos cogido el control del partido. Hemos jugado minutos muy buenos, siempre hemos mantenido el discurso del partido con generosidad, compartiendo bien la pelota, tomando buenos tiros. Hemos arreglado el tema del rebote que en la primera parte nos había costado. Y hemos superado el momento de dificultad cuando apoyados por el público y por alguna llamada arbitral se han acercado. Pero hemos respondido muy bien. Con tranquilidad, con confianza y endureciendo aún más nuestra defensa. Es una de las victorias que pueden clasificarse no de las más prestigiosas pero sí de las que más orgulloso estoy. Ha sido un placer trabajar con los chicos estos días y esperemos hacer otro buen partido contra el campeón de Europa el domingo.

-Al ver a estos chicos que acuden sin dudar, gratifica.

-Hemos tenido pocos días para conjuntarnos y encontrar un idioma común y no hubiese sido posible sin una disponibilidad tremenda así que, una vez más, hay que estar orgulloso de la Selección. Han escrito otra página de las que hay que acordarse. Para muchos era el primer partido.

-Y ahora Eslovenia…

-Eso será un miura de los gordos pero intentaremos acabar el siguiente.

-¿Se puede decir que para usted era un debut, era entrenar a una nueva España?

-A mí me tocaba realmente ser un anillo de conjunción junto a otros miembros del cuerpo técnico para intentar transmitir los valores incluso eternos del equipo y en esto me han ayudado los más veteranos. Han llegado a la edad a la que han llegado como grandes profesionales y como enamorados del baloncesto. Es una de mis alegrías más grandes de mi carrera como entrenador.

-A Fran usted lo tuvo en Málaga con el Unicaja campeón de Copa en 2005. Doce años después, ¿qué le parece la lección que ha dado esta noche?

-Con una prestación buena. Igual hasta se ha superado, igual lo hemos exprimido más de la cuenta pero era importante que estuviese. Desde que nos dijo que sí, hemos llenado la casilla del cinco lo mejor que podíamos. Pero Sebas y Víctor han estado bien. Todos han aportado su granito de arena.