La épica se le resiste al Avenida contra el Yakin Dogu

El Perfumerías Avenida cosechó su primera derrota de la temporada en la Euroliga femenina (62-67) en un duelo ante el Yakin Dogu Universitesi donde no terminó de afianzar su capacidad para plantar cara a la adversidad. Arrancó el partido igualado, con el Perfumerías Avenida dominando en el marcador durante el tramo inicial del primer cuarto gracias al acierto de casi todas sus jugadoras, pero sin lograr ventajas que superaban los tres puntos (11-8).

Fue entonces cuando el conjunto turco, que hasta ese momento había aguantado el tirón local, comenzó a entonarse. Dos triples consecutivos y una acción de dos más uno, que coincidieron con un bajón anotador de las salmantinas, les permitió a la postre encarar el segundo parcial con una renta de siete puntos (14-21). De vuelta al parqué encestaron Moss y Givens dejando a su equipo a tres pero pareció un espejismo toda vez que las otomanas volvieron a recuperar el colchón e incluso lo ampliaron (20-28). Ese golpe podía haber afectado a la moral de las charras pero sucedió todo lo contrario.

Espoleadas por el pabellón, comenzaron a dejar en nulos los ataques contrarios para sellar una remontada que finiquitaron los triples consecutivos de Robinson y Asurmendi. Pese a ello no pudieron evitar marcharse por detrás al descanso, aunque con unas sensaciones más positivas (30-32). O eso parecía ya que a la reanudación le siguió un contundente parcial de 0-9 para el conjunto visitante que le dio la mayor ventaja de todo el duelo (30-41). Otro momento de desconexión que obligaba una vez más a apretar los dientes en busca de la victoria.

Afortundamente el anfitrión demostró que rendirse no era una opción y el mismo parcial doloroso se lo endosó de vuelta al Dogus situándose a solo dos puntos. Pero dar continuidad a la dinámica ascendente volvió a ser un problema. Ajustadas las piezas, las turcas despegaron y se fueron a la conclusión del tercer cuarto por delante (43-52).

La duda era saber si, como sucediera anteriormente, las salmantinas serían capaces de sobreponerse. Y la respuesta fue afirmativa. Poco a poco desgastaron a su oponente e incluso sobrevivieron a una técnica que podía haber sentenciado el choque (59-63). Solo el resultado y el poco tiempo restante podían evitar una épica que parecía casi segura, más viendo el buen funcionamiento de la férrea defensa. Sin embargo una buena entrada a canasta de Vandersloot obligó a un triple postrero para forzar la prórroga que no se materializó.