MOVISTAR ESTUDIANTES 75-OLIMPIA DE LIUBLIANA 81
El Movistar Estudiantes se aficionada a las remontadas sin premio
Como ante el Estrasburgo y el Unicaja, el equipo colegial comenzó frío en el primer cuarto y lo paga con su segunda derrota seguida en la Champions FIBA.
Empezar bien lo es casi todo. En la vida y en el baloncesto. Cuando vas a una primera cita o entras a una pista de baloncesto. Una regla básica que el Estudiantes se ha empeñado en olvidar. Y a base de golpes, además. Le gusta revivir la pesadilla. Tanto en Liga Endesa (Gipuzkoa y Unicaja) como en la Champions. El origen de este mal hábito en Europa comenzó en Estrasburgo (25-7 de inicio) y ha continuado en un derrota contra Olimpia de Liubliana (15-22 en el primer cuarto y una máxima de -12, 20-32) en la que los ramireños perdieron 19 balones. No fue el mismo descalabro, pero muestra un patrón: caer hasta el fondo y morir tocando la remontada.
RESUMEN
Movistar Estudiantes (15+18+24+18): Cook (10), Landersberg (4), Sola (-), Brown (10) y Caner-Medley (20) -cinco inicial-, Hakanson (-), Cvetkovic (-) Brizuela (9), Vicedo (5), Peña (9), Savane (6) y Arteaga (2).
Petrol Olimpija Liubliana (22+17+21+21): Span (13), Kastrati (3), Oliver (17), Lorbek (12) y Morgan (17) -quinteto titular-, Radulovic (-), Bubnic (-), Badzim (8), Zurcek (-) y Hrovat (11).
Arbitros: Saverio Lanzarini (ITA), Martins Kozlovskis (LAT) y Michal Proc (POL). Eliminaron por faltas al estudiantil Landesberg.
Incidencias: Partido de la cuarta jornada de la Liga de Campeones de baloncesto correspondiente al grupo C disputado en el Pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Fría, desbordada y en constante ansiedad, la defensa colegial aguantó cuatro minutos en el primer cuarto. Desde ahí, desde el empate a ocho, el ataque esloveno liderado por Morgan superaba las diferentes trincheras que cavaba Maldonado. Solo el rebote (10-9) ponía parches a un panorama que se ha repetido con demasiada asiduidad en los tres partidos previos. El buen arranque de Nik Caner-Medley, el mejor con 20 puntos, se veía eclipsado por el 1/5 (Alec Brown) en el triple. Otra moda establecida en el Ramiro estar más cerca del 20% que del 30% desde fuera.
La movilidad constante de Oliver, Span y Hrovat, y algún detallito del exestudiantil Lorbek desde fuera, permitía a los centroeuropeos jugar con los nervios estudiantiles. 'Otra vez aquí estamos, otra vez a remar', debían pensar los pupilos de Maldonado. Cinco puntos seguidos de Caner-Medley eran rápidamente replicados por Hrovat y Morgan para establecer la máxima en el segundo cuarto (20-32, 5:39). Pero como en Francia, esa renta se convertía poco a poco en humo. Con mayor orden en defensa, arrojo en la presión y el eterno Cook de cabeza de puente, el Estudiantes trataba de no hincar la rodilla.
El norteamericano descerrajó un triple con el descanso a la vista (muy bien contestado por Hrovat) y empezó su show. Sin Landsberg por problemas de faltas, cuatro robos suyos en la segunda parte y un juego más rápido en transición, dejaban el encuentro a tiro de piedra una y otra vez: a solo un punto de diferencia en cuatro ocasiones en el tercer cuarto con Vicedo, Savané (su presencia en defensa empieza a ser fundamental), Brizuela y Cook como instigadores. El base provocó una técnica sin sentido práctico que le llevó al banquillo justo cuando Brown embocó un triples para empatar a 57. Los eslovenos, por su parte, vivían de los tiros libres: tiraron 26 al final por cuatro de los locales.
Dagoberto Peña: siete puntos
Un arreón lleno de confianza de Peña en el último cuarto (siete de sus nueve puntos fueron en ese periodo) puso por primera vez por delante a los colegiales (66-64). Habían pasado 34 minutos desde el inicio del partido contra el Olimpia. Mucho correr ante un conjunto histórico que llegaba desfondado: cinco de los diez jugadores que utilizó Okorn superaron los 25 minutos con Oliver en la cima del mundo con 36. Los de Maldonado no supieron aprovecharlo. Tanta ansiedad se traía de la escalada que la defensa se abrió y en el intercambio de golpes ganó Span. El base, desde el perímetro, sentenció con 60 segundos por delante (75-78). Ni el tiempo ni las opciones (errores consecutivos de Dago y Cook) fueron benévolos con el. Dos derrotas consecutivas para empatar a dos en el balance. Vuelta a empezar. Una pena.