El Unicaja sigue sin ganar en Atenas: novena derrota
El equipo griego empezó como un rodillo (19-5). Con 78-74, Nedovic pisó la línea y el Unicaja perdió una gran ocasión de meterle más presión al Olympiacos.
Unicaja perdió en el Pabellón de la Paz y la Amistad más por sus errores que por aciertos de un Olympiacos asequible y aparentemente vulnerable. Su correcto trabajo defensivo se estropeó por una mala noche con los triples (4 de 11) 17 perdidas y malos porcentajes en los tiros libres. Los malagueños tuvieron opciones y llegaron a ponerse a dos puntos de los atenienses a falta de cinco minutos (65-63) pero sus errores les condenaron.
Mala salida de Unicaja. Muy mal en ataque y en defensa (19-4 minuto seis). Papapetrou anotó siete puntos y Thompson seis. Plaza paró el partido y Unicaja mejoró en su presión. Un parcial de 0-5 detuvo la sangría. 21-11 al final del primer cuarto.
Unicaja había mejorado mucho su trabajo defensivo y Olympiacos ya no tenía tantas facilidades en su juego exterior. Mas las pérdidas penaban a los verdes (ocho en la primera parte). Musli, jugador que no parece contar con el beneplácito de su entrenador cogió galones y comenzó a hacer estragos bajo tableros, lo mismo que Augustine. Las distancias se acortaron. De un peligroso 35-22 (minuto 16) Unicaja logró un formidable parcial de 2-11 llegándose al descanso con un esperanzador 37-33. Musli (12 puntos y seis rebotes) y Augustine (ocho) eran los bastiones de un equipo que debía corregir sus pérdidas (ocho en veinte minutos) y seis tiros libres fallados. Musli no volvió a jugar más. Llamativo. O no...
El tercer cuarto comenzó con parcial de 9-2 (46-35 minuto 23). A Unicaja se le atragantaba su juego exterior y parecía limitado a las dobles figuras del ya desaparecido Musli y Augustine. Volvían los 10 puntos de distancia (47-37). Unicaja necesitaba a Nedovic. Pero la estrella no aparecía. Y Alberto Díaz defendiendo con agresividad a Thompson que ya llevaba 14 puntos. El malagueño estaba imperial en defensa y desacertado en ataque. McCallum no mejoraba a Nedovic. Más pérdidas y 56-44 (minuto 28). Además, Unicaja era un desastre en los tiros libres. Ocho aciertos de 18 intentos en 30 minutos (58-47).
Olympiacos se escapó (62-47) y McCallum, de nuevo irregular e indivuidualista, hizo ademán de aparecer en la recta final. Lo mismo que contra el Fenerbahçe. Se espera mucho más de él y no que sea un maquillador de estadísticas. Dos triples seguidos de Milosavjlevic y 63-56. Antes solo un acierto desde 6,75. Había vida. Pasó lo de siempre. Técnica rigurosa a Joan Plaza para cortar las alas a Unicaja. Un clásico. No se arrugaba y Milo se desató. (64-58 minuto 64). Para no variar, los señores árbitros pitaron ahora una antideportiva a Milosavjlevic. Hacían su parte. Unicaja no se arrugaba. 68-66 a falta de cinco minutos. Emoción.
Unicaja creyó en el milagro 65-63 y 71-68 a falta de 2,18. Inoportuna personal en ataque primero y pérdida después, del atropellado McCallum. Unicaja no supo administrar sus momentos y a falta de un minuto Printezis puso un 75-68 casi definitivo. Con 78-74 a falta de 33 segundos Unicaja desperdicio la ocasión final para apretar a los griegos que finalmente se llevaron el partido sin jugar bien.