Quien esperara que el viernes 6 de octubre podría marcar un punto de inflexión en el grave conflicto que amenaza al baloncesto europeo se equivocaba. Tras días de propuestas y posteriores rechazos a desencallar el problema del calendario, la negativa de los equipos de la Euroliga a la contraoferta de la FIBA ("la primera que nos hace llegar en cinco años", esgrimen) mantiene a ambas partes en la casilla de salida. Las selecciones nacionales disputarán la primera Ventana en noviembre al mismo tiempo que la Euroliga celebrará la novena jornada de la liga regular.

En un comunicado colgado en Twitter, la Federación Internacional  se muestra "decepcionada por la decisión de la ECA —empresa matriz de la Euroliga— a no modificar el calendario de dos de sus jornadas". "Este pequeño ajuste (prosigue el comunicado) habría resuelto de manera instantánea el conflicto con el calendario creado por la propia ECA al aprobar uno que ignoraba las fechas clasificatorias previstas para el Mundial de China 2019 que fueron ya anunciadas en 2015".  

Ambas entidades continúan cruzándose comunicados y acusándose de originar y avivar el conflicto. Ante la falta, a día de hoy, de acuerdo alguno la FIBA recuerda que las Ventanas comenzarán el próximo mes de noviembre "en todo el planeta" y zanja su postura acusando a la Euroliga: "Le preocupa los intereses de un pequeño grupo de clubes desatendiendo a la gran familia del baloncesto y al desarrollo del deporte en Europa. Ataca a las selecciones".