VALENCIA 80-OBRADOIRO 67

Green oposita a nuevo ídolo con su show ante el Obradoiro

Van Rossom volvió a lo grande ante una Fonteta entregada y Rafa Martínez fue clave en final del tercer cuarto. El Valencia ya tiene su banderola de campeón de la Supercopa.

0

El campeón volvía a casa y lo hizo como acabó el curso pasado. Con victoria. Le costó a Valencia ante un combativo Obradoiro que no se descompuso hasta el final aunque acabó perdiendo de 13. Engañoso, tal vez.

Cogieron carrerilla y ventaja los visitantes en el inicio del encuentro. Con Laksa y Thomas bombardeando desde el triple, alcanzaban los siete de diferencia, pero los taronja resistían. Green no fallaba desde el tiro libre y apareció la figura de Doornekamp, uno de los nuevos fichajes, que estaba en todos lados. Reboteaba y ametrallaba desde fuera. Y también de Van Rossom, tan esperado en La Fonteta, que guió al equipo hasta ponerse por encima sobre la bocina del primer cuarto (22-19).

Volvieron a salir más espabilados los de Moncho Fernández en la reanudación con un parcial de 0-6. Pero tras cuatro minutos y medio sin anotar (se dice pronto), llegó la reacción taronja. En la misma jugada tapón y bandeja para iniciar la remontada guiados por un acertado Erick Green y la irrupción de Sastre que a base de penetraciones reventaba la zona visitante. Solo en un espectacular arreón final Obradoiro se entonó a base de triples de Simons, Sabat y Pechaek y así se llegó al descanso con empate a 35 en el electrónico.

Comenzó golpeando primero otra vez el conjunto gallego tras el paso por los vestuarios. Pustovyi se tomaba la ley por su cuenta con dos canastas seguidas (y alguna más posterior). Los de Vidorreta, muy erráticos en el tiro, trataban de aguantar machacando la pintura. Pero tampoco. Thomas, el visitante, las enchufaba de todos los colores y volvían los siete de ventaja, que se mantenían muchos minutos a pesar de los intentos de un Green en plan estrella. Con un toque muy NBA, bandejas, de tres, contraataques… todo valía para el ‘32’ taronja.

A falta de poco más de un minuto para el final del tercero, con dos tiros de Pleiss se acercaba a uno (50-51) Valencia. Y castigaba desde el 6’75 un desaparecido, hasta ese momento, Corbacho. Fue entones cuando el gran capitán acudió al rescate. Un triple y dos canastas (una de ellas sobre la bocina). Siete puntos en apenas 40 segundos que dejaban a los de casa tres por encima (57-54) con los últimos diez minutos por delante.

Rafa siguió a lo suyo para empezar el cuarto definitivo. Estaba ‘on fire’ y Will Thomas le acompañó hasta fijar la máxima taronja en siete arriba. No había pasado aún en el encuentro. Pero los errores de Pleiss primero bajo canasta y acto seguido con una falta en ataque daban alas a Obradoiro que se ponía solo a dos con un triple de Corbacho. Quedaban seis minutos. Green y Van Rossom a pista. Y con éstos, la puntilla. Lo estiró el belga de tres y el californiano defendía para montar una contra que terminaba con Sastre colgado del aro. ¡Boom!

Otra vez a siete (66-59)… y Sam cogió su fusil. Hiperactivo en defensa, colosal en el perímetro. Ni el show de Green le hacía sombra. La brecha aumentaba hasta los 12. Intercambio de canastas: Thomas, Sabat, Dubljevic, Navarro, Green, Laksa, otra vez Dubljevic… Y así se llegó al último minuto con los mismos 12 de diferencia para los de casa que acabaron despidiendo en pie a un Erick Green (19 puntos), llamado a hacerse un hueco entre los ídolos de La Fonteta.