Por fin Burgos es ciudad ACB. Después de tres ascensos no materializados desde LEB Oro por no cumplir los requisitos de la Asociación (canon), una demanda que fragmentó las reglas de pertenencia y una refundación, el equipo burgalés disputará esta temporada la Liga Endesa. Un anhelo cumplido que solo es el punto de partida para un club al que le empuja la ilusión de una gran afición que deseaba ver en su pabellón a los mejores conjuntos de España. Madrid, Barcelona, Baskonia... jugarán en un pabellón que estará lleno (seguro) en todos los partidos. Desde los despachos y el banquillo se ha configurado una plantilla interesante con jugadores de proyección que llegan cedidos como Sebas Saiz y Felipe Dos Anjos (Real Madrid), Tadas Sedekerskis (Baskonia) y Emil Savic (Valencia).
Pero eso es simplemente el principio de un equipo con cinco jugadores españoles que bajó las las órdenes de Epi estrenará categoría con Deon Thompson (experiencia Euroliga) como gran reclamo. La experiencia en la máxima categoría la darán Corey Fisher (ex del Joventut) y Thomas Schreiner (ex del Andorra) para una ciudad que ya no sueña con luchar con la élite del baloncesto español: ellos ya son esa élite.
La fortaleza física del pívot estadounidense de 29 años va a ser un factor diferencial en la pintura burgalesa a pesar de sus escasos 204 centímetros. El exjugador del Estrella Roja y el Galatasaray llega a San Pablo para ser el líder de un proyecto al que deberá aportar experiencia y calidad a partes iguales.
