Ponerle voz a los mejores
Sueños y pesadillas. Como periodista que tiene el privilegio de haber seguido durante década y media a esta Selección vivo con ilusión y ansiedad cada partido. La ilusión de ver a esta Selección jugar y disfrutar cada encuentro disputado. Es una pasada ponerle voz y hasta un punto de emoción a una canasta de Pau o de Juancho. A un rebote de Marc o Willy. O a una asistencia del Chacho o Ricky. Al mismo tiempo de la ilusión que siento vivo un poco con la ansiedad de que esto se acabe. Exprimo cada segundo de cada choque de nuestro combinado nacional consciente de que esta racha gloriosa puede acabar. Es al mismo tiempo un sueño y una pesadilla. El sueño de un crío que narraba los partidos con sus compañeros mientras los jugaba y que ahora narra a los mejores. La pesadilla de que llegue un momento en que cierre la retransmisión en el Carrusel de la SER de un campeonato con la frase: "Cualquier tiempo pasado fue mejor". Por fortuna eso sigue sin suceder. Solo ocurre que cualquier tiempo pasado fue anterior. Anterior y semejante. Con medalla al cuello. Casi siempre la más dorada. Otras, como la que puede llegar hoy aquí en Estambul, casi tan meritoria. En todas las ocasiones disfrutando con ellos. Así que desde los que estuvieron a los que están solo una palabra: "Gracias”. Espero poder seguir usando esas siete letras con los que estén. Que el sueño continúe y que mi pesadilla no comience nunca.
Navarro. Apellido autonómico para un jugador de baloncesto universal. Tras Pau, el que más tirón entre aficionados para autógrafos ha tenido en el campeonato. Hoy juega su último partido con la selección. Nino Buscató dice que la edad con lo único que no acaba es con la muñeca y la puntería. Siendo así, admitamos a Juan Carlos en el equipo olímpico de tiro. En Tokio 2020 aseguraríamos con él la primera medalla de un hombre que nos ha dado ya muchos metales.