Con la legitimidad y la jerarquía que le permite su inmenso palmarés y su dilatada trayectoria en la NBA en la que se ha sido rookie del año, seis veces All Star y ha ganado dos anillos además de estar en varios segundos y terceros quintetos ideales, Pau Gasol se atrevió a decir lo que muchos no pueden y admitió que, a día de hoy, la presión de las franquicias NBA sobre los jugadores empieza a volverse insoportable: “Lo de Abrines ya se veía venir un poco. Veremos cómo se puede solventar, si es que se puede solventar, esta situación. Los equipos NBA que ejercen esta presión ponen prácticamente entre la espada y la pared al jugador para que no juegues o continúes jugando. Como la medicina es un campo que no es blanco o negro, te ponen esta presión que al final se fuerza a tomar la decisión de proteger para que no haya problemas contractuales, etcétera. Es una lástima. Teníamos ya bajas y Álex iba a tener un papel importante para el equipo pero así es la vida. Esperemos que no lo echemos mucho de menos”.

“Lo vivimos el año pasado con Marc. Pese a intentarlo y estar en dinámica de equipo, Memphis tenía la idea cerrada y no iba a poner ninguna facilidad para que fuese a los Juegos. Con Abrines, pues ante una lesión de cierta gravedad y cierto riesgo, pues las franquicias protegen lo máximo que pueden a los jugadores y a los técnios. Veremos si se puede mejorar de cara y el jugador puede tener un poco más de libertad y que el jugador no esté entre la espada y la pared y no pueda defender a su equipo y a la Selección”, reflexionó Pau Gasol.