Brabender y su historia con España marcada por las lesiones
Fue MVP del Eurobasket de 1973 y uno de los descubrimientos de Pedro Ferrándiz. Obtuvo el pasaporte español en 1968 por "méritos deportivos".
Wayne Brabender, MVP del Eurobasket de 1973, fue el enésimo descubrimiento de Pedro Ferrándiz, que cogió los aviones que hicieron falta para llegar a Minneapolis y de ahí un autobús a Morris, donde se celebraban las Ligas de Verano en las que iba a participar Brabender, que había sido elegido en el puesto 145 del draft en 1967 por los 76ers de Philadelphia. El chico de Montevideo (Minnesota) podía lanzar con cierta precisión y tenía un gran primer paso en ataque. Además, sus cualidades para defender eran fabulosas. Pese a ser más bajo que los estadounidenses que solía traerse a España, a Ferrándiz le gustó Brabender. Su ojo clínico no falló.
Brabender fue mucho más que un estadounidense cualquiera. El 22 de mayo 1968 ya se había nacionalizado español gracias a una legislación que reconocía los méritos deportivos. Su carrera con la Selección, sin embargo, estuvo llena de obstáculos hasta el éxito de 1973. Debutó en Mataró en el transcurso de un Preeuropeo (1969) pero ante Bélgica se rompió los ligamentos de la rodilla. Una nueva lesión le dejó sin ir al Mundial de Ljubljana (Eslovenia) de 1970. Y en el Eurobasket de Essen (1971) fue víctima de una gastroenteritis que le descompuso. Vomitaba un buen puñado de veces al día. Su revancha llegó en Barcelona, donde fue uno de los héroes que derrotaron a la Unión Soviética (“los rusos”, como decía Díaz Miguel sin discernir procedencia) en la mítica semifinal. Brabender, que se casó con la navarra Mayte Pascual, y tuvo un hijo, David, que también fue internacional. Durante su carrera, Brabender, que después de entrenar unos años orientó su vida a la docencia, sufrió durante su carrera nueve operaciones, seis fracturas de nariz, tres de mano y una en el pie. Lo suyo fue un éxito contra los elementos.