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BARCELONA | ANÁLISIS

32 derrotas en un año nefasto: 5 claves del desastre del Barça

El primer año de Bartzokas en el banquillo se cierra con un triste balance de 37-32. Estas son las principales causas del desastre azulgrana.

32 derrotas en un año nefasto: 5 claves del desastre del Barça
RODOLFO MOLINADIARIO AS

El Barcelona ha cerrado un año calamitoso, un pésimo inicio de la era post Xavi Pascual que deja muy tocado a Georgios Bartzokas. El técnico griego podría no seguir después de una temporada cerrada con 37 victorias y 32 derrotas, un balance paupérrimo para un equipo acostumbrado a luchar por todos los títulos y que solo ha jugado la final de la Supercopa, en la que además fue desarbolado por el Herbalife Gran Canaria (79-59).

En Liga ACB el equipo azulgrana ha caído en cuartos por primera vez desde 2005 y después de enlazar diez finales consecutivas (desde el Unicaja-Baskonia de 2006). En Copa, derrota en semifinales (como en Liga, ante el Valencia) después de perder en cuartos en 2016: dos años fuera de la final tras no faltar en seis ediciones seguidas. Y en la Euroliga, el gran desastre: 12 victorias, 18 derrotas y muy lejos de los ocho mejores que jugaron los cuartos de final. Una hecatombe que ha tenido algunas claves muy evidentes:

1. FALTA DE PLANIFICACIÓN. En febrero el Barcelona fichó a Xavier Munford en lo que era la séptima incorporación del equipo. Tres en verano (Rice, Koponen, Claver), otros tres mediada la temporada (Faverani, Renfroe, Munford) y otro, Jonathan Holmes, que llegó con un contrato de dos meses que no se alargó. A esa lista hay que sumar al recuperado Diagné, que estaba cedido en el Fuenlabrada. Desde la temporada 2012-13 el equipo azulgrana no hacía tantos cambios en su plantilla. En Liga ACB el Barça ha utilizado hasta a 20 jugadores. En Euroliga, 18.

2. LAS LESIONES. Ningún Jugador del Barcelona ha disputado todos los partidos y Ante Tomic y Sasha Vezenkov han sido los que más sanos se han mantenido en lo que ha sido un annus horribilis también con las lesiones. De las graves como la de Pau Ribas a las constantes de Juan Carlos Navarro, las que se han alargado demasiado y en momentos decisivos como las de Justin Doellman… El Barcelona casi nunca ha tenido una rotación completa y tuvo que exprimir en el primer tramo de la temporada a algunos jugadores: Tyrese Rice llegó agotado a la segunda mitad del curso después de promediar casi 30 minutos por partido hasta febrero por la acumulación de bajas en el juego exterior. En el partido de Liga decisivo, en Valencia, no pudo jugar Diagné y cayó tras el descanso Claver. Sin Doellman y con Faverani cortado por sus problemas de rodilla, el equipo azulgrana acabó sin rotación interior.

3. MAL RENDIMIENTO DE LOS FICHAJES. En especial de los tres principales, los del verano, los que tenían que haber sido diferenciales: Tyrese Rice fue de más a menos y estuvo horrible en la segunda vuelta de la Euroliga. Petteri Koponen tuvo un accidente de coche nada más llegar a Barcelona y tuvo que retrasar su debut. Después solo ha dejado píldoras aisladas de su habilidad como anotador exterior. Y Víctor Claver tampoco ha respondido a lo esperado ni se ha parecido al jugador que, en el Lokomotiv Kuban, precisamente Bartzokas parecía haber devuelto a la relevancia en el baloncesto europeo. Del resto, Renfroe ha cumplido como base de perfil bajo pero Munford ha sido un desastre y Diagné está demasiado verde para la responsabilidad que le tocó asumir cuando Faverani quedó definitivamente fuera de juego.

4. DECEPCIONANTE BARTZOKAS. El técnico griego también ha ido de más a menos. Primero su trabajo quedó sin valoración posible por los problemas de lesiones, y pareció al menos moverse bien en la supervivencia. Pero desde ahí nunca hubo un mayor desarrollo táctico y el Barcelona ha sido un desastre, sobre todo en ataque. Sin roles claros, sin estilo y notablemente mal dirigido desde la banda en casi todos los partidos trascendentales. Bartzokas tampoco ha demostrado tener una gran afinidad con los jugadores y la nota a su trabajo no puede ser ni mucho menos buena en una temporada, eso es evidente, complicadísima.

5. UNA PLANTILLA CORTA DE TALENTO. Finalmente, el talento y el equilibrio de plantilla gana partidos y acerca los títulos. Y, ni por líderes ni por profundidad, la del Barcelona pareció cerca de la primera división europea. El peor anotador (71,3 de media) de la Euroliga, el Barcelona se quedó en 61 y 64 puntos en los dos partidos de cuartos de ACB a domicilio, en 59 en la final de la Supercopa, en 67 en la semifinal de Copa… Muy mal en casi todos los finales apretados, errático en el tiro, débil en las zonas, con un Rice inconstante, simples apariciones de Navarro, una campaña muy discreta de Tomic, muchos kilómetros en las piernas de Perperoglou y Oleson…