Dubljevic y San Emeterio mantienen líder al Valencia

El Valencia Basket derrotó al Rio Natura Monbus Obradoiro (85-74) en un choque que dominó de principio a fin pero en el que sufrió una peligrosa desconexión que dio vida al equipo gallego al principio del último cuarto y que Fernando San Emeterio y Bojan Dubljevic se encargaron de solucionar.

El triunfo permite al Valencia Basket seguir en la primera posición de la clasificación, aunque el Real Madrid tiene un partido menos, y también deja casi encarrilada la ventaja de pista en los cuartos de final. Además, supuso la victoria cuatrocientos de su técnico Pedro Martínez en la ACB. De los diez jugadores que arrancaron el choque sólo uno empezó inspirado, pero al Valencia Basket los puntos de Bojan Dubljevic le bastaron para ponerse en marcha y cuando Will Thomas se unió a su compañero con un par de triples, los locales empezaron a abrir brecha.

La rotación permitió al equipo gallego aguantar el tirón pero a duras penas. Cuando Diot se puso a los mandos del Valenica, los locales se fueron ya a los diez puntos de ventaja. Rosco Allen, que reaparecía tras dos meses lesionado, alimentó con un par de acciones el marcador visitante pero no logró cambiar el guión del choque.

Lo intentó Moncho Fernández con defensas alternativas pero la zona con la que trató de despistar al Valencia en los saques de banda y de fondo fue contestada por tres triples casi seguidos de Sato, Van Rossom y Dubljevic y sólo una canasta de casi siete metros de Pepe Pozas permitió al Obradoiro llegar vivo al descanso (42-31, m.20).

Regresó el Valencia a la pista dispuesto a cerrar por la vía rápida su victoria y lo hizo recuperando la mejor versión de Dubljevic y añadiéndole,además, dos grandes acciones de canasta y adicional de Fernando San Emeterio. El despertar anotador de McConnell no pudo impedir que los visitantes se vieran contra las cuerdas con quince minutos por delante (58-41, m.25).

Pero el equipo de Pedro Martínez levantó el pie del acelerador. No vio motivo para preocuparse y dejó que su rival resucitara. Lo hizo principalmente gracias al ímpetu de Nacho Llovet, del que se contagiaron RoscoAllen y Pustovyi y entre los tres metieron en un lío al Valencia (64-61, m.32). Cuando peor pintaban las cosas, el técnico local echó mano de San Emeterio, al que no le costó demasiado volver a hacer engordar la renta de los suyos y volvió a tener la complicidad de Dubljevic.

En apenas tres minutos, las opciones gallegas se habían vuelto a esfumar, en parte porque la zona defensiva local y el descanso de Pustovyi le rompieron el ritmo ofensivo. Y el Valencia ya no volvió a relajarse y cerró una plácida victoria sin que el Obradoiro pudiera volver a ponerle en problemas.