DARUSSAFAKA - REAL MADRID (1-1)
7 claves para que el Madrid gane al menos un partido en Estambul
Mejorar el acierto exterior, no depender solo de Llull y controlar el rebote son solo alguno de los factores que los blancos deben corregir.
El Real Madrid disputa esta tarde (20:15, #0) la primera de dos sus dos finales en Estambul. De sacar adelanta ambas certificaría su regreso a la Final Four tras faltar el pasado año a la de Berlín. Aunque el principal objetivo es conseguir un triunfo que ratifique la disputa de un quinto y definitivo encuentro el próximo martes en el WiZink Center. En las cinco ocasiones que un cruce del playoff de cuartos de la Euroliga al mejor de cinco partidos llegó al último asalto, este siempre cayó del lado del equipo local. Para asegurarse este as en la manga, o conseguir el billete directamente en el Wolkswagen Arena, repasamos qué debe hacer el equipo de Laso para desarmar al Darussafaka Dogus.
1. Un paso al frente
En los dos primeros partidos Sergio Llull fue el único jugador blanco en superar la veintena de puntos (23 y 22, respectivamente). Además del menorquín, solo Gustavo Ayón logró alcanzar los dobles dígitos en anotación: 16 y 16 puntos. El Real Madrid necesita una mayor aportación ofensiva de jugadores como Anthony Randolph (5/16 en tiros en lo que llevamos de serie), Carroll, Doncic (quien acabó llorando en el último cuarto del segundo asalto presa de la frustración) o Rudy Fernández (4 tantos en total). “Todos tenemos que dar un paso adelante. No podemos depender siempre de los canastones de Llull”, demandó el alero tras la derrota ante los turcos el pasado viernes.
2. Acierto exterior
En la temporada regular ningún equipo convirtió (299) y lanzó (797) más triples que los blancos. El Madrid basa mucho su juego en el tiro exterior. Cuando sus tiradores no tienen el día el equipo lo acusa. De las ocho derrotas sufridas esta temporada en la Euroliga, siete llegaron tras no anotar más de nueve tiros de tres. Esta suerte de norma no escrita únicamente no se cumplió durante la visita a la pista del Galatasaray (87-84 pese al 14/24). En la victoria ante los de Blatt en este cruce lanzaron poco por fuera, pero con acierto (8/15). No así en la posterior derrota (9/30). El Real necesita abrir el campo con triples.
3. Rebote
El Darussafaka dominó la batalla por el rebote en los dos primeros partidos (30-33 y 36-40). Ante Zizic y compañía están haciendo mucho daño bajo el aro, especialmente con los rechaces ofensivos. Para evitar que la perla croata campe a sus anchas como en el Game 2, hay que estar muy atentos a la hora cerrar el rebote en defensa.
4. Defensa
El anárquico estilo del equipo turco no es lo que más le conviene a los jugadores de Laso. Así lo ha reconocido, entre otros, el propio Rudy. Wanamaker lidera una horda de bajitos (Clyburn, Wilbekin, Anderson…) con mucho talento con el balón en la mano capaces de sacar mucho rédito en las situaciones de uno para uno. Ante esta situación, conviene ajustar muy bien el sistema de ayudas para evitar la concesión de bandejas fáciles o de tiros liberados.
5. La pizarra de Pablo Laso
Durante los dos envites iniciales el Darussafaka logró imponer su ritmo y volver loco al Real con sus continuos cambios defensivos y defensas mixtas. Pablo Laso está obligado a dar un giro a la serie introduciendo alguna variante táctica que obligue a los turcos a ir remolque de su equipo y no al revés. Atención también a las rotaciones del vitoriano. Tras no dar con la tecla en el segundo encuentro, podría recurrir a Andrés Nocioni como revulsivo. El argentino ni siquiera fue convocado en las dos citas de Madrid.
6. Concentración
Los blancos no pueden repetir los primeros cuartos del Palacio. Salieron a verlas venir y pronto se encontraron con sendos parciales en contra del Darussafaka, mucho más metido desde el inicio, que le obligaron al sobreesfuerzo de tener que remontar. En Estambul y con el pasional público turco en contra, estar concentrados durante los 40 minutos se antoja fundamental.
7. La 'maldición' de Estambul
En las cuatro primeras temporadas de Laso al frente del banquillo, la tradición de Estambul como una ciudad amable para el Madrid se mantuvo: seis triunfos en las nueve primeras visitas. Sin embargo, esta tendencia se truncó el pasado curso con el rosco (0-3) cosechado en los tres duelos que disputaron el Ülker Arena, pabellón del Fenerbahçe. La presente campaña los precedentes tampoco han resultado halagüeños: tres KO’s en cuatro partidos. En total, un 1-6 de balance que hay que corregir esta semana para poder regresar en mayo a la antigua Constantinopla (alí se disputa la Final Four el 19 y 21 de mayo.