RAPTORS 83-BUCKS 97 (0-1)

Antetokounmpo hurga en la maldición de Toronto Raptors

El griego lidera a unos Bucks muy competitivos que se aprovechan de los demonios de unos Raptors que volvieron a regalar el factor pista.

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Los Raptors y los playoffs, una relación ciertamente complicada que se acaba de agravar con el golpetazo de Milwaukee Bucks (83-97), un equipo con el que cuesta no pensar todo el tiempo dónde y cómo estaría si Jabari Parker no se hubiera lesionado justo cuando regresó Khris Middleton. De momento, los de Wisconsin están en una situación inmejorable: con el factor cancha en su poder después de cebarse en unos problemas de los Raptors que empiezan a parecer psicológicos. Tiene un puñado de horas Dwane Casey para montar el diván: el martes se juega el segundo partido.

Los Raptors: 0-9 histórico en primeros partidos de primera ronda. 1-11 total en aperturas de eliminatoria. Su único triunfo, en la segunda de 2001. Cuando jugaban en el equipo Vince Carter, Charles Oakley y Dell Curry, ahora más conocido como el padre de Stephen. Los canadienses llevan cuatro años seguidos perdiendo el primer partido de playoffs en su pista. En 2014 y 2015 les costó la serie, el año pasado les llevó a un calvario de siete partidos ante los Pacers. Entonces culparon a que se jugó muy pronto (12:30 en Canadá). Esta vez se jugó a las 17:30… y no mejoró nada. Los Raptors son un equipo muy duro en Regular Season, y con Ibaka y Tucker a bordo pueden soñar con hacer pasar un mal rato a los Cavaliers en segunda ronda. Pero para eso tienen que cumplir con una premisa que hoy está menos clara que ayer: superar la primera ronda.

No será fácil porque los Bucks han terminado la temporada de maravilla, compitiendo sin afligirse cuando la lesión de Jabari amenazaba con meterlos en depresión. Los Raptors se han pasado toda la segunda mitad de la temporada saliendo mal a los partidos, reaccionando en el segundo cuarto y (sobre todo tras el All Star) cerrando las victorias en los últimos parciales. Esta vez el guion iba por el mismo camino (22-30 el primero, 51-46 al descanso) pero después todo se torció: con empate a 64 y 4:33 por jugar en el tercer cuarto, Giannis Antetokounmpo se fue al banquillo con cuatro faltas. Extrañamente, y con un gran Middleton, eso no lanzó a los locales sino todo lo contrario: 70-75 al final del tercer cuarto, 71-85 poco después (ya con Giannis de vuelta), 76-95 a falta de dos minutos. Y algunos abucheos en Toronto, donde más de 20.000 personas se frotaban los ojos ante lo que el propio Kyle Lowry definió después como un deja-vu.

Los Raptors solo metieron 27 canastas con un 36%. En la segunda parte se quedaron en 32 puntos y un impresentable 7/35 en tiros. Solo llegaron a cinco triples, y el único titular que anotó uno fue un Ibaka que cumplió de sobra con su parte (19 puntos, 14 rebotes). DeRozan sumó como pudo (27 puntos con 21 tiros) y Lowry fue un desastre (2/11, 4 puntos). Sin movimiento de balón, sin puntería, sin pausa ni ejecución cuando más falta hacía. Un año después, los Raptors de los playoffs 2016. Todavía están a tiempo...

Los Bucks, felices, aprovecharon cada oportunidad que se les presentó. Con su jungla de brazos en defensa y un Antetokounmpo omnipresente (28 puntos, 8 rebotes, 13/18 en tiros). Y con Dellavedova, Monroe, Middleton, Snell, lo que ya defiende Thon Maker… y con ese Malcolm Brogdon que aspira a ser Rookie del Año porque juega como si llevara cinco temporadas en la NBA. También en su estreno en playoffs: 16 puntos, 6 rebotes. Ojo: los Raptors son mejores que los Bucks, pero han dilapidado ya casi todo su margen de error y tendrán que ganar en Wisconsin. Y, sobre todo, tendrán que ganar el martes. De lo contrario, la cosa se volverá a poner fea de verdad en Canadá. Donde todo parece costar demasiado, casi doler, cuando llegan los playoffs.