Carme Chacón jugó en el Manchester United de básquet
Una lesión le obligó a dejar el baloncesto, una de sus grandes pasiones. Entonces se preparó para entrenar. Era aficionada del Barcelona.Brasil vs Venezuela en vivo y en directo online
La exministra Carme Chacón (Esplugues de Llobregat, 13 de marzo de 1971) falleció hoy a los 46 años de edad por culpa de una cardiopatía congénita que ya hizo que naciera en un complicado parto en el hospital de Esplugues. Su corazón latía con problemas y cunado su madre dio a luz, algunos temieron lo peor en la salud de una bebé que, muy débil y con poco peso, salió adelante. A los diez años un electrocardiograma descubrió que tenía un ventrículo obturado y una disposición anormal de los grandes vasos sanguíneos. Pero salió adelante. Y con cuarenta años ya tenía un currículum como nadie en el mundo de la política a su edad. Ahora, después de haber sido ministra de Defensa y de Vivienda y vicepresidenta primera del Congreso, ha fallecido. Deja a un hijo, Miquel Barroso Chacón, de ocho de edad.
Carme Chacón, antes de dedicarse a la política y en una de las intrahistorias de su vida que recordó en diversas entrevistas, fue jugadora de baloncesto y se preparó después para ser entrenadora cuando una lesión en el tendón de Aquiles (no esos problemas de corazón) le obligaron a dejar las pistas. Antes, por las cosas de la vida, llegó a jugar en el equipo femenino del Manchester United: muy estudiosa y amante de la poesía, cuando estudiaba derecho en la Universidad de Barcelona se fue a Inglaterra con una beca Erasmus y jugó para el equipo que puso en marcha el mítico United con otra estudiantes de diversos países, un equipo que ella definió después como “la ONU”.
Aficionada a ultranza del Barcelona, No era una antimadridista acérrima: “Me agrada que el Real Madrid gane a los equipos extranjeros, y que haya muchos españoles en finales europeas…”. Siempre fue una gran defensora del deporte y sus valores: “Por mi faceta de educadora aconsejo a los padres que inculquen a sus hijos la práctica deportiva: los amigos que se hacen a esas edades son para siempre”. Y recordaba con especial cariño el hito que supuso la conquista por parte de la Selección, que dirigía Pepu Hernández, del Mundial de 2006 en Japón: “Necesitábamos el oro para nuestra juventud. Por ganar y por la manera de hacerlo, con esos chavales que eran una piña. Y con un Pepu que no dice una palabra de más, y las que dice son donde debe. Ese oro nos ha reactivado”.