BETIS - BILBAO

El Bilbao no se olvida del playoff ante un penoso Betis

El inicio condicionó el choque. Llegó a dominar el RETAbet por 24 y aunque los verdiblancos, sin Nachbar, se acercaron a diez; fue una de las tardes más plácidas para los vizcaínos.

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El Bilbao sigue empeñado en alargar la temporada y abusó de un Betis lamentable para mantener la esperanza del playoff. Ver al equipo verdiblanco, ese que ganó al Madrid, y adivinar que fue la guillotina de las esperanzas coperas de los 'hombres de negro' parece de locos, pero así es. Sin el lesionado Bamforth (que acompañó al RETAbet en la pista que pisaba como local el año pasado) y con la fórmula de no caer en demasiada irregularidad, los vizcaínos se llevaron el triunfo en sofá y con masaje, con el sustento de los puntos de Tabu y Mumbrú. Con el base belga la vida se ve de otro color.

El Betis se dedicó al triple cómodo en el primer tiempo. Lanzaba más del arco que bajo el aro. Y mientras Hervelle anotaba el quinto sobre diez lanzados de su equipo, los verdiblancos marchaban con un sonrojante 2/12. Estos llevaban dos puntos en el segundo cuarto en seis minutos, eran lo más patético que se ha visto en tiempo: pasaban de todo atrás (sin faltas, de aquí que se registrara un tiro libre del rival) y eran cero verticales en campo de ataque. La zona impuesta por Tabak era dinamitada sin problemas. Una asistencia por la espalda de Todorovic a Nikolic; caracoleos de Buva bajo el aro 16-39, Mumbrú campando a sus anchas... la tarde más plácida de la temporada para el RETAbet a domicilio. Sobre la bocina, antes de ir al descanso, Tabu metió un gran tiro y desencadenó abucheos en San Pablo: 23-45.

La ausencia de Nachbar, por alguna molestia física, fue un lastre en un equipo que se dedicó a hacer lo que borda el esloveno: bombardear. La distancia engordó y engordó sin fin (23-47 y 34-58), pero se frenó el Bilbao y lógicamente el conjunto del discutido Tabak dio una sensación de estar interesado en el debate y tiró de algo de orgullo. Dos canastas falladas bajo el aro de los vizcaínos propiciaron un arreón de los locales. Con 59-72, Alfonso Sánchez, que andaba bastante revuelto tras un rifirrafe con Mumbrú, se fue al suelo ante el capitán del Bilbao y le pitaron falta. Se levantó poseído y le castigaron con técnica. También la vio Tabak. Luego se puso a aplaudir y pudo ver otra. Fue casi el adiós del Betis, aunque a falta de 3:04 se puso a diez (69-79).