Desde que en 2008 se comenzaran a entregar los premios Rising Star (Mejor Joven), la Eurocup ha galardonado a la Liga Endesa con cinco, dos de ellos para jugadores letones: Kristaps Porzingis en 2015, ahora estrella de los Knicks, y Rolands Smits en esta edición. “No pensé nunca en el premio. Fue una gran sorpresa y estoy muy contento”, declará Smits (21 años y 2,07) enfundado en la camiseta rosa que lucirá el Montakit Fuenlabrada por motivos publicitarios (Nautalia Viajes) en su partido de esta tarde contra el Real Madrid en el Fernando Martín (18:30, #0). Actúa tanto de alero como de ala-pívot y nació en la pequeña ciudad de Valmiera, a 3.696 kilómetros del que es su hogar desde los 16 años. Un torneo de selecciones de categorías inferiores fue su trampolín para lanzarse, en solitario, a una aventura que ya emprendieron antes que él sus compatriotas Kaspars Berzins, Aigars Vitols, Mareks Mejeris y Kristaps Valter.

“Antes de llegar no sabía nada de Fuenlabrada, bueno, que habían jugado ellos… Sin embargo, solo pensé que tenía que venir. Hablé con mi familia y todos sabíamos que era una oportunidad que no podía dejar escapar”, continúa un apasionado de The Walking Dead (“Odio esperar una semana para ver otro capítulo”) y de la pesca: “Solo la práctico en verano, cuando estoy en mi país y no tengo entrenamientos. Se me da más o menos bien (ríe)”.

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Internacional ya con su país, coincidió con Porzingis en el campeonato Sub-18 de 2013 en Liepaja (Letonia). “Me encantaría imitar lo que ha hecho porque es algo muy grande”, admite. “Me gustaría llegar a la NBA como él. Sé que es muy difícil, aunque nunca se sabe. Ya de pequeño, Porzingis era muy bueno, pero en los últimos años en España pegó un salto increíble y hay que ver cómo está ahora”.

Pero antes de ese hipotético desembarco en EE UU, Smits tiene obstáculos importantes por delante. Como el “miura” de hoy, el Real Madrid: “Llull es el mejor jugador de Europa y no he visto a nadie como Doncic”. “Es un partido muy difícil. Sin embargo, si jugamos como equipo, podemos ganar”, asegura un jugador que esconde un asesino del aro bajo ese rostro de no haber roto nunca un plato.