La placentera victoria de los Heat en el Madison (88-105) acabó por certificar matemáticamente lo que se esperaba desde hace ya un par de meses: los Knicks se quedan sin playoffs por cuarto año consecutivo. Un nuevo desastre que apuntar a la por el momento gris etapa de Phil Jackson al frente de la franquicia. Kristaps Porzingis fue el mejor en una otra noche para olvidar. "Realmente creía que estaríamos luchando por entrar en los playoffs y que acabaríamos como sextos, séptimos u octavos cabezas de serie. Pero las cosas no han salido como queríamos", explicó el letón.

Porzingis está llamado a liderar el ansiado regreso de los neoyorquinos a la élite de la Liga. También lo sabe un Carmelo Anthony que se quedó en 9 puntos y 12 tiros de campo en 28 minutos. "Mi cometido ahora es ayudar a este equipo y a estos jóvenes jugadores a ser positivos y seguir motivados. Llegados a este punto no creo que el que anote 30 o 40 puntos cada noche y el balón pase todo el rato por mí vaya ayudar en algo", comentó el alero, cuyo futuro en los Knicks está en el aire. Uno de esos jóvenes a los que se refiere es un Willy Hernangómez que volvió a partir de inicio y se quedó a un rebote del doble-doble: 12 tantos y 9 rebotes.

Por su parte, Miami está un día más cerca de completar el milagro de meterse en los playoffs cuando el 13 de enero lucía un récord de 11-30. A día de hoy, está a un triunfo del 50% de victorias (37-38). Mérito brutal para un equipo dirigido por un Spoelstra que oposita a ser entrenador del año. Aún sin Dion Waiters, Goran Dragic manejó el partido a su antojo. El esloveno aportó un 20+7+9.