El Barcelona se da un respiro ante un desangelado Palau

Eliminado de la Euroliga, el Barça venció al Estrella Roja con un partido solvente. Nada de baloncesto espectacular o grandes dominios sobre el parqué, pero los de Bartzokas mostraron oficio, ganas y seriedad, algo que se he echado en falta en demasiados partidos este año. El Estrella Roja fue un rival pobre en el Palau, que no supo aprovechar ni las bajas ni las flaquezas del Barça y que siempre que pudo acercarse en el marcador se colapsó. Al final, entre méritos de unos y deméritos de otros, 67-54.

Ya en el arranque del partido se notó la ausencia de Tomic y Faverani, imprescindibles para un Barça que solo contó con Diagné como cinco. El senegalés dio la cara y ofreció un buen trabajo sobre el parqué, pero insuficiente para que el Barça se despegara en el marcador. La incapacidad de controlar el rebote ofensivo y los pobres porcentajes de tiro del Barça fueron la tónica de los dos primeros cuartos, especialmente en el segundo donde la cuenta anotadora de ambos equipos fue muy modesta. Abusaron también de los triples, sobre todo el Barça, y Estrella Roja no encontró en Walters y Mitrovic los puntos necesarios para equilibrar en el marcador. Con ausencia de hombres altos en el Barça el trabajo defensivo de todos fue notable, y los serbios no supieron encontrar a sus pívots ni doblar balones debajo del aro.

Si la primera parte, pese a que luchada, fue insulsa en cuanto al espectáculo, el Barça salió con una marcha más tras el descanso. Lograron la mayor distancia en el marcador hasta el momento (+12) y sobre todo bloquearon al Estrella Roja: los serbios no encontraron ni una sola opción clara de tiro. El Barça no jugó un gran basket, pero suficiente para superar a un visitante que perdió muchos balones y que, a partir del primer cuarto, le costó horrores anotar. La ventaja local fue suficiente para que Bartzokas hiciera debutar a Kurucs, uno de los talentos más prometedores del club, que en la primera acción en la que le llegó el balón demostró con una penetración su atrevimiento.

Pese a ello, los nueve puntos de ventaja con los que empezó el Barça el último cuarto no daban para confiarse demasiado. Es cierto que el tanteo era bajo (52-43), y que un triple de Eriksson y otro de Perperoglou dejaron el partido, a priori, visto para sentencia (+14). Pero con este Barça no se puede dar nada por hecho y los serbios llegaron a acercarse hasta los cinco puntos. Pero el Barça no iba a dejarse robar una victoria que tenía en su mano y Perperoglou, el mejor azulgrana con diferencia, finiquitó el choque.