Claver y Perperoglou tumban a un Unics sin el MVP Langford

El Barça sigue aferrado a las pocas opciones que le quedan para clasificarse para el playoff de la Euroliga tras derrotar al Unics Kazán. Un partido flojo de los de Bartzokas, lejos de los equipos que están para ganar esta Euroliga, le bastó para derrotar a un visitante sin rebote ofensivo y con poca capacidad anotadora que jugó a rachas aprovechando el pánico escénico de los azulgranas en el último partido antes de medirse al Real Madrid en Liga Endesa.

El Barça arrancó el partido ante el Unics Kazán poco presionado, jugando con soltura y sin que el poco público del Palau exigiera o reprochara algo a los suyos. Un buen trabajo de Claver y el acierto de Perperoglou bastaron para ponerse por delante de un equipo visitante que encontraba penetraciones fáciles e impedía que los azulgranas se fueran en el marcador. El intercambio de canastas fue la constante hasta que en el segundo cuarto se espesó. Miedo escénico, presión o nervios, pero cuando el Barça pudo abrir hueco en el marcador no lo hizo. El porcentaje de tres bajó del 30 por ciento y las pérdidas de balón aumentaron. Faverani no aportó tanto como Tomic y las transiciones del andorrano Quino Colom martirizaron a los locales. El parcial global del segundo cuarto fue favorable al Unics Kazán y al descanso se llegó con el Barça manteniendo su ventaja, pero solo por dos puntos.

Pero si el Barça no hizo un gran partido, Unics Kazán, simplemente, desconectó. En líneas generales estuvo muy mal en las pérdidas, 16 por 1 recuperada entrado el último cuarto, mientras que prácticamente no cogió ni un solo rebote ofensivo. Esto provocó un parcial de 20-3 a favor del Barça ante el poco acierto visitante y la inexistencia de segundas jugadas. Los azulgranas alargaron los ataques posicionales con una circulación de balón incluso excesiva ante la pasividad de un Unics Kazán que ni siquiera hacía faltas. Con 15 puntos de ventaja nadie daba nada por hecho en el Palau y un parcial de 2-8 para el Unics metió el miedo a los más pesimistas. Sin embargo Bartzokas dio entrada a sus mejores hombres que acabaron finiquitando el partido por 70-62 ante uno de los peores equipos de la competición.