Los Warriors atemorizan a la NBA: +73 ante CLE, OKC y HOU
Rompieron a los Rockets con un espectacular tercer cuarto (22-37). Todos sus titulares anotaron en doble figuras.
La máquina sigue metiendo miedo. Los Rockets aguantaron hasta el descanso (57-62) el ritmo de unos Warriors que destrozaron a James Harden y compañía cuando metieron una marcha extra en el tercer cuarto (22-37 para amasar un +250 en dicho periodo esta campaña). Partido resuelto y victoria por 17 puntos de diferencia en el Toyota Center (108-125). Puñetazo encima de la mesa de un equipo que encadena seis victorias consecutivas (17 en sus 19 últimos compromisos) y que luce un 37-6 de balance inalcanzable para el resto de equipos de la Liga. Otra temporada en la que llevan camino de alcanzar los 70 triunfos. Una burrada. Como lo es la semana que está firmando: han logrado un +73 ante los Cavaliers (los actuales campeones, el equipo de LeBron James), Thunder (Russell Westbrook) y Rockets (la gran sensación de la temporada).
Poco pudo hacer Harden (17+11 asistencias y 7 pérdidas) para detener el huracán cuando llegó la hora de la verdad. Con Eric Gordon, con opciones de colarse en el All Star como suplente, desacertadísimo y con Ryan Anderson muy mermado por una gripe y disputando apenas 9 minutos, los de D'Antoni fracasaron estrepitosamente en el triple (7/35). Todo lo contrario que los californianos (15/38 desde más allá del arco y con un sensacional 52,8% de acierto en tiros de campo), quienes se cobraron así la venganza de la derrota sufrida en Oakland el pasado 1 de diciembre en un histórico encuentro.
Todos los titulares del equipo de Steve Kerr anotaron en dobles figuras. Kevin Durant firmó una grandísima actuación con 32 tantos, 7 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 2 tapones. Estuvo bien secundado por Curry (24+7) y Draymond Green (quien rozó el triple-doble: 15+8+7 y 3 tapones). La mejor defensa de la Liga (así lo indica el ratio defensivo) se llevó por delante a los texanos pese a que Sam Dekker (17+7) y sobre todo Clint Capela (22+12) aportaron mucho desde el banquillo. Ya lo ven, a la par que nos hacen disfrutar, estos Warriors cada vez meten más miedo.