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BUCKS 104 - SIXERS 113

Sergio y Embiid presumen de Proceso ante Antetokounmpo

Los Sixers logran en Milwaukee su cuarta victoria en cinco partidos. El Chacho jugó su primer partido como titular en este 2017.

Sergio Rodríguez, perseguido por Mathew Dellavedova.
Sergio Rodríguez, perseguido por Mathew Dellavedova.SIXERS
NBA

En su mejor momento en años (no era muy difícil), los Sixers lograron un triunfo de esos a los que a menudo se les añade la coletilla 'de prestigio' en Milwaukee (104-113). Lo hicieron en el día en el que Sergio Rodríguez regresó a la titularidad por primera vez desde que se lesionara el 29 de diciembre ante los Jazz. Pese a su pobre 1/6 en triples, el 'Chacho' rayó a buen nivel en este día de Martin Luther King y aportó su granito en todas las facetas del juego: 10 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y un robo de balón. En los algo más de 32 minutos que estuvo sobre el parqué, el internacional español logró un +15 en cancha para su equipo (la mejor marca entre compañeros). No obstante, el primer espada en los de Philadelphia volvió a ser Joel Embiid. De menos a más, acabó gobernando el partido a su antojo: 22+12, amén de cinco tapones con los que iguala su tope NBA. Todo en la casa de otra de las grandes sensaciones (si es que este calificativo le hace justicia) de la temporada: Giannis Antetokounmpo. El griego, tras completar una destacada primera mitad, se vio mermado por las faltas. En 29 minutos, acabó con 23 tantos y 6 rechaces en su casillero.

A nadie le debe extrañar que este duelo se vea repetido con asiduidad dentro de unos años en las rondas finales de los Playoffs. No en vano, nos referimos a dos de los equipos jóvenes con mayor potencial y talento de la Liga. Ambos cuentan con jugadores llamados (y por lo visto hasta ahora más que capacitados) a liderar la próxima generación de estrellas. Unos, los Bucks, se encuentran un par de peldaños por delante que su rival de hoy en este asalto a la élite. Tras el decepcionante curso anterior, los de Kidd se han apoyado en el constante y gigantesco crecimiento de Antetokounmpo (directo al all star) y la esperada explosión de Jabari Parker para relanzar el proyecto. Y eso que el injustamente infravalorado Khris Middleton sigue sin estrenarse esta campaña.

La incertidumbre que rodea al plan de los Sixers —el archifamoso 'The Process' orquestado por el despedido Sam Hinkie— es todavía mayor. Aunque como los de Wisconsin, los paralelismos también se manifiestan en forma de lesiones. No olviden que aún no hemos visto disputar ni un solo segundo al último número uno del draft, el australiano Ben Simmons. Mientras aguardamos su comparecencia (cada vez más cercana), la irrupción de Embiid capitaliza todo lo demás. No resulta fácil quitarle ojo. Acompaña su clase innata con un par de highlights diarios (ver el mate de esta misma noche en el Bradley Center) que hacen que la ilusión de los aficionados se desborde. Se ha convertido ya en uno de los grandes personajes de la competición. Dentro y fuera de la cancha: su dominio de las redes sociales resulta aún mayor que el que ejerce bajo el aro. Este acaparamiento de focos permite que no se hable tanto del error resultante de juntarle en la misma plantilla con Nerlens Noel y Jahlil Okafor. Uno de los dos está llamado a abandonar el barco en un futuro muy próximo.

Más allá de las pertinentes especulaciones que tanto (nos) gusta hacer, decir que Philadelphia se llevó con justicia un partido convertido en montaña rusa. Los locales salieron como un tiro y en un visto y no visto mandaban 9-0. Poco a poco, los de Brown fueron reaccionando y tomaron la iniciativa antes de la conclusión del primer envite. Cinco puntos de renta que gestionaron hasta el ecuador del segundo. Nuevo giro en el guion y del 35-40 llegamos al 54-46 del descanso tras un 19-6 de parcial. Tras la reanudación, más de lo mismo recuperación visitante al ritmo de las bandejas de Sergio para igualar el marcador e intercambio de golpes hasta que también los Sixers asestaron la puñalada definitiva. A pesar de su mayor número de pérdidas y peor porcentaje de acierto, ver a Giannis con cinco personales en el banquillo fue un alivio. Cuando este regresó, cohibido para no cometer la sexta y falto de ritmo, para tratar de enderezar el rumbo demostraron que su capacidad competitiva ha experimentado un enorme crecimiento en esta primera parte de la temporada. Tanto, que se permiten el lujo de encadenar cuatro triunfos en apenas cinco partidos. Presumiendo de Proceso.