GRAN CANARIA 94 - UCAM MURCIA 85
El Granca sufre para conseguir su primera victoria del Top-16
Llegó a ganarle al UCAM Murcia por 21, 52-31, y no pudo sentenciar hasta los últimos segundos. Antelo y Kuric, los mejores en el primer partido post Faverani.
Es verdad que lo importante es ganar, pero una fase como este Top-16 la diferencia final tiene casi la misma importancia. Nunca se rindió el UCAM pese a tenerlo todo perdido, y pudo recortar notablemente una distancia con el Gran Canaria que hará aún más emocionante la segunda vuelta, especialmente el partido de Murcia, donde ambos equipos se jugarán buena parte de sus opciones de clasificación.
A tenor de lo visto en los primeros minutos, solo el Murcia parecía jugarse la vida. Así, el equipo de Óscar Quintana salió como un tiro, y un triple de Campazzo le dio rápido un preocupante 2-8 para las filas del Granca. Pronto se encontró con la respuesta de Báez desde idéntica distancia, y Benite se sumó a la fiesta del triple para dejar las cosas como estaban, 5-11. Con los ataques más serenos, O´Neale tuvo a bien liderar un parcial de 9-0 para poner en ventaja el Herbalife, 19-15, y no soltarla nunca más. Un triple de Kuric amenazaba con tormenta para los locales, 22-15, sensación acrecentada con dos mates consecutivos de Aguilar y Hendrix. Así, el 29-19 con el que se llegó al final del primer cuarto hurgaba doliente en la herida murciana.
Hendrix, en uno de sus mejores partidos del curso, inauguró el marcador del segundo cuarto para el Herbalife con un 2+1 que le daba a los suyos el primer y siempre psicológico +10, 32-21. El alto ritmo en ataque favorecía sin duda a los locales, más duchos en estas labores. La renta crecía sin cesar, y un nuevo triple, esta vez de un fino Pablo Aguilar, le daba forma a la tunda que estaba recibiendo el UCAM Murcia, 42-25. Desde idéntica distancia puso Báez un +19, 48-29. Los locales, tan lanzados como el cohete más potente, parecieron dejar este partido finiquitado al descanso: 56-37.
Desde luego, el estío no le puedo sentar peor al Gran Canaria, que en pocos minutos dilapidó una ocasión de oro para sentenciar el duelo. Campazzo entró en juego, y en dos ataques seguidos, ambos finalizados con sendos triples para el 58-45, ya había anotado más puntos que en toda la primera parte. Dos mates seguidos de Pasecniks mantenían a los suyos con ventaja, 62-47, pero las sensaciones no podían ser mejores para el Murcia, que gracias a la destreza exterior de Benite se puso a 8, 62-54, lo que obligó a Casimiro a detener el partido mediado el tercer cuarto.
Los visitantes habían hecho lo más difícil, que era pelear por un partido absolutamente perdido incluso ante la calentura de Kuric, que anotó los últimos diez puntos amarillo de un parcial que finalizó 79-69 pero con la sensación de que la diferencia real entre ambos equipos era mucho menor.
Un triple de Baron y otro de Antelo subieron el telón de un partido nuevo, coronando el marcador un 80-76 impensable minutos antes. Los primeros puntos de Hollins le dieron un cierto respiro al Granca, 82-76, hasta que una antideportiva de Rojas sobre O´Neale, que acabó con ambos jugadores fuera de la cancha por distintas razones (disciplinaria una, física la otra) permitió al Herbalife encarar los últimos minutos con cierta calma, 88-81. El UCAM Murcia se agarraba al tremendo partido de Antelo para luchar por la victoria hasta el final, pero acabó ahogándose en la orilla de tanto que nadó. Cuando faltaban apenas 53 segundos para el final del duelo, otra antideportiva, esta sobre Salin y coronada con dos tiros libres del propio jugador finlandés, sentenció el duelo, 94-85. Ni que fuera una eliminatoria, que bien podría serlo dada la importancia de la diferencia final de cada uno de los partidos de esta fase, ambos equipos afrontaron los segundos finales pensando más en lo que viene. Normal. Cada partido es una batalla. La guerra está servida y no se conoce ganador.