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HAWKS 101 - CELTICS 103

¡Lo ha vuelto a hacer! Thomas acaba con la mejor racha NBA

El rey de los últimos cuartos vuelve a superarse con un canastón final para tumbar a los Hawks en el regreso de Al Horford a Atlanta.

Al Horford e Isaiah Thomas celebran el triunfo de los Celtics en Atlanta.
Al Horford e Isaiah Thomas celebran el triunfo de los Celtics en Atlanta.Kevin C. CoxAFP

En el regreso de Al Horford a Atlanta por primera vez desde que abandonara los Hawks este último verano el verdadero protagonista de la noche volvió a ser (una vez más) el rey del último cuarto. En efecto, me refiero a Isaiah Thomas. El base heló el estado de Georgia con un canastón ganador a falta de 2,4 segundos para la conclusión que puso el definitivo 101-103 en el marcador. Convenció a su entrenador para no recibir bloqueo alguno y jugarse la suerte de su equipo con un step back tan explosivo como elegante que rompió por completo la defensa de un especialista como es Kent Bazemore y que truncó la mejor racha NBA del momento. Pese a llegar a remontar una desventaja de 20 puntos, los Hawks no pudieron sumar su octavo triunfo consecutivo porque chocaron con ese loco bajito de 175 centímetros. El base sumó 13 tantos en el último periodo que le llevan a promediar 9,9 tantos este curso en ellos. La mejor marca individual en los 20 últimos años. Encandena 24 partidos alcanzando la veintena, más que nadie en la actualidad. No, no es casualidad que su nombre empiece a sonar entre los candidatos al MVP.

Con este triunfo, los Celtics se legitiman como aspirantes de derecho propio a pelear por la final del Este. Cierran así una positiva semana en la que cayeron en Toronto debido a una tremenda pájara en los 15 minutos finales (sin duda, estos habituales apagones son ahora el mayor de sus problemas), pero que han compensado con creces con sendos triunfos a domicilio ante dos de los equipos más pujantes en el Este: Wizards y Hawks. De esta manera se sitúan en la tercera posición con un balance de 25-15 que les coloca en la senda de los 50 triunfos por primera vez desde la 2010-11. Tras un inicio titubeante, los verdes comienzan a dar ese salto de calidad tan esperado que les devuelva a la élite. 

Además del partidazo de Thomas (28+9), hay que resaltar la mejor actuación de Kelly Olynyk en lo que llevamos de campaña. El canadiense aportó mucho para frenar la sangría en el rebote que noche sí y noche también sufre Boston y, sobre todo, se reivindicó con una notable primera parte que le sirvió pasa sumar su tope anotador del curso con 26 puntos. Junto a él, Jae Crowder cumplió rozando el doble-doble 18+9 en una noche muy especial para Al Horford. Como decíamos al principio, el dominicano jugó su primer encuentro como visitante en el Philips Arena tras pasar allí las 9 primeras temporadas de su carrera NBA. En un breve vídeo de agradecimiento entre el primer y segundo cuarto recibió el aplauso de su antigua afición. No así en el resto del partido. Fue abucheado en varias fases del mismo. Algo que él mismo confesó no esperarse. "A alguien como él, con ese carácter, no le puedes tratar así. Fue una falta de respeto", zanjó Isaiah.

Mientras, en los Hawks se quedaron a un suspiro de rendir un homenaje completo al legendario Pistol 'Pete' Maravich. Luciendo un uniforme azul en su memoria, Paul Millsap (quien erró el tiro sobre la bocina que pudo haber forzado la prórroga), Tim Hardaway Jr. y Malcolm Delaney protagonizaron una gran remontada que se quedó en intento de. Todo en la noche del debut de Mike Dunleavy (clavó un par de triples en pleno auge local). Pero la fiesta no fue completa porque enfrente jugaba un tal Isaiah Thomas que aúna clase, cabeza y corazón a partes iguales

Pique Schröder-Thomas

Durante la eliminatoria de primera ronda de los pasados Playoffs, Isaiah Thomas y Dennis Schröder tuvieron sus más y sus menos. Hasta el punto que en el tercer partido el de los Celtics le dio un tortazo al alemán. Un gesto que no se repitió anoche, aunque al término del encuentro Dennis le acusó de insultar a su madre: "Es su elección maldecir a mi madre y decir gilipolleces sobre mi familia. Eso no tiene nada que ver con baloncesto. Tengo demasiada clase para entrar a esas provocaciones", comentó a Chris Vivlamore. "Cada vez que salgo a jugar quiero ganar la batalla. No es alguien por el que me preocupe", se limitó a responder poco después el gran protagonista de la noche.