PHILADELPHIA 76ERS 98-NEW YORK KNICKS 97
Embiid arruina la resurrección de Rose: "Tiempo de Playoffs, baby"
Una canasta en el último segundo de McConnell provocó la octava derrota en los últimos nueve partidos de los Knicks. Sergio Rodríguez, 2 puntos; Willy Hernangómez, cero.
Joel Embiid es Philadelphia 76ers. Cada partido que pasa, cada minuto que está sobre la cancha o usa las redes sociales fuera de ella, tiene un impacto directo sobre los Sixers. Y, lo que es más importante, ese impacto es positivo. Él es la representación de que la culminación de El Proceso podría ser lo mejor que ha pasado en la Ciudad del Amor Fraternal desde Iverson. El pívot (21 tantos y 14 rebotes) volvió a ser el mejor en el equipo de Brett Brown en el triunfo ante unos New York Knicks (98-97) en caída libre: octava derrota en los últimos nueve partidos. La única nota positiva fue la vuelta, la resurrección de Derrick Rose. El base, que se ausentó sin previo aviso del partido frente a los Pelicans, regresó a las canchas tras la escasa explicación sobre que debía estar con su madre. Y estuvo bien. Bastante bien. Llegó a los 25 puntos, tres menos que el máximo anotador del duelo, Carmelo Anthony.
El duelo se resolvió en dos minutos de éxtasis para los aficionados de los Sixers y de drama para los neoyorquinos. Sin Sergio Rodríguez (2 tantos y 4 asistencias), ni Willy Hernangómez (cero puntos en tres minutos) en pista, se llegó al 2:30 con un 83-93 relajante para los Knicks. Esto no se podía escapar. Pero Embiid comenzó en el show. Primero anotó un 2+1 para, a continuación, realizar un robo a Rose que culminó Covington desde el perímetro (89-93). Sólo habían transcurrido 30 segundos y los de Brown respiraban cerca de los Knicks. El africano logró cinco tantos más seguidos sólo contestados por el exjugador de los Bulls (94-97).
Sin embargo, ya daban igual sus proezas (su última canasta es un rectificado en el aire imposible), la franquicia de Philadelphia estaba lanzada y con sólo cinco segundos por jugarse y uno abajo, el balón llegó al más imprevisible en pista: McConnell. El base no erró, anotó cuando los tableros se iluminaban dando fin a una remontada de 10 puntos en dos minutos y dando la cuarta victoria en los últimos cinco duelos del equipo. La última vez fue entre diciembre de 2013 y enero de 2014. "Es tiempo de Playoffs, baby", asegura Embiid precursor de la undécima victoria de la temporada para los Sixers, una más que toda la campaña pasada, a siete partidos de la postemporada. Muy lejos aún, pero da igual: Embiid está a los mandos. Todo es posible. Y sino, al menos nos divertiremos.