REAL MADRID - CSKA (21:00, M+ D1 / E3)

Doncic y el Madrid le piden a los Reyes Magos ganar al CSKA

Hace días que no quedan entradas para ver al CSKA en Madrid. Los dos últimos campeones y los dos primeros de la primera vuelta. Llull y Doncic frente a De Colo y Teodosic.

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Real Madrid-Maccabi en directo

"A los Reyes Magos les he pedido ganar al CSKA", decía este jueves Doncic. Hace días que no quedan entradas para ver en Madrid al mejor equipo de Europa, al CSKA del francés De Colo y del serbio Teodosic. Los precios van de los 35 a lo 175 euros. “Un partido grande”, en boca de Laso. Quizá el más grande del continente entre dos clubes que exhiben 16 Euroligas (9 y 7). Un duelo de altura entre los dos últimos campeones y los dos primeros al final de la primera vuelta, y también entre los dos equipos más valorados (102,3 el Real y 97,1 el CSKA) y los dos máximos anotadores (86,9 y 88,7).

Una gran batalla después de un camino bacheado para ambos en las últimas semanas (91-90 en Moscú el 11 de noviembre). Los de Itoudis encadenan dos traspiés (Fenerbahçe y Estrella Roja) tras vencer en doce de las 13 primeras jornadas. Los de Laso suman cinco derrotas en once encuentros desde el 1 de diciembre (3-3 en la Euroliga), siete de ellos fuera de casa, incluidos los cuatro últimos. Por lo que esta noche vuelven a jugar, 17 días después de ganar al Bamberg, en un Palacio siempre ocupado por Navidad (ahora con nuevo nombre comercial: WiZink Center). “Se nos han juntado problemas físicos y también otros años nuestro peor momento de juego fue en esta época —afirma Laso—, pero desde el martes hemos mejorado”. Incluido el tocado Llull. “Estamos recuperando sensaciones”, asegura Doncic, un niño que espera con entusiasmo su regalo.

Es la visita número 20 del CSKA a Madrid: la primera, en 1963, fue una cuestión de Estado

El gran logró del Real Madrid en la década de los sesenta del siglo pasado fue acabar con la hegemonía de la Unión Soviética en una Copa de Europa que había arrancado en 1958. Las seis primeras ediciones se las repartieron entre el ASK de Riga, el CSKA de Moscú y el Dinamo de Tiflis. A la séptima llegó el triunfo blanco (1964), pero un año antes el Madrid y el CSKA (entonces TSKA) se medían en la final. Se jugaba a doble partido y por primera vez un equipo soviético, en esta caso el del Ejército Rojo, entraba en España en plena dictadura de Franco.

Hay que recordar que antes, en 1958, el gobierno franquista no había autorizado al Madrid a disputar la semifinal ante el ASK (perdía ambos duelos por 2-0) y en 1961, en idéntica semifinal, las gestiones de Raimundo Saporta evitaban otra retirada, pero no la derrota (la ida se jugó en París y la vuelta en Praga). En 1962, el Real alcanzaba su primera final. Esperaba el Dinamo y se mantenía la prohibición de que los soviéticos pisaran suelo español. Saporta lo solucionó. La final se jugaría en Ginebra tras pagar 2.000 dólares en concepto de indemnización.

Y por fin, en 1963, el TSKA de Alatchachan entraba en España. El Madrid vencía en la ida por 86-69 en un caluroso 23 de julio, aunque llegó a ir 30 arriba. La falta de rotación le frenó en los últimos minutos (Emiliano Rodríguez, 26 tantos). En la vuelta, los rusos igualaban el +17 y 48 horas más tarde ganaban el título en el desempate. Hoy, 54 años después, el CSKA visita al Madrid por vigésima vez (balance de 10-9). Incluyan ahí un 2-0 en el curso 1974-75 por la sanción de la FIBA al TSKA por negarse a jugar con el Maccabi. Perdió por ese resultado todos los partidos de la liguilla de cuartos y fue excluido para la siguiente campaña.