No hay quien pare a un lanzado Herbalife Gran Canaria

Quizás contagiados por un ambiente frío, seguramente demasiado para un partido de baloncesto, ambos equipos salieron muy imprecisos, acaso atenazados. No fue este el caso de Vidal, veterano en eterna juventud, que con dos triples calcados, uno desde cada esquina, le daba las primeras ventajas a la Penya, 7-10, aunque rápidamente fue contestado desde idéntica distancia por un inconmensurable Pasecniks para el 10-10. El gigante letón seguía a lo suyo, y su octavo punto le dio la primera ventaja al Granca, 12-10.

El 14 amarillo estaba bien secundado por McCalebb, tanto que ambos se repartieron a artes iguales los primeros 16 puntos del Granca. Tuvo que ser Oliver quien rompiera estos esfadistica con 2 tiros libres para seguir manteniendo a los suyos arriba, 18-17. Un astuto Hendrix, con 4 puntos seguidos, obligó a Diego Ocampo a parar el partido con 25-20 en el marcador, llegándose al final del primer acto con 25-22.

Más enchufado salió el Herbalife en el segundo cuarto, como lo demostró el triple de Kuric para el 34-26, contestado acto seguido por Sabat, el mejor de los suyos hasta el momento. El partido se había convertido en un precioso intercambio de golpes, delicioso para el espectador y nervioso para los entrenadores, y aunque un nuevo triple de Kuric y el décimo punto de McCalebb mantenían al Granca con una sólida ventaja, 41-32, lo cierto es que la Penya no le perdía la cara al partido y llegó al descanso con todas las opciones de ganarlo tras un enceste de Bogdanovic desde más allá del 6,75, 47-41.

Como una moto.

Así emprendió el Gran Canaria su marcha tras el descanso. Pasecniks seguía ardiendo, reventó el aro verdinegro y, con 16 puntos y 53-45 en el electrónico, mandó una mensaje a sus rivales. Así lo hizo también McCalebb rompiéndole los tobillos a Smith (57-49). Los amarillos estaban lanzados y un nuevo triple, esta vez de Oliver, bendita eterna juventud, le daba los locales su primera ventaja superior a los 10 puntos (65-54). Abalde enchufó de lejos para avivar una llama que se apagaba, 66-57, más no fue sino la sombra de una ilusión, pura agonía con un desenlace fatal para el Joventut.

Parece el Granca un equipo imparable por momentos, como lo demuestra el hecho de haber ganado, con este, 16 de sus últimos 19 partidos. En medio de una gran fiesta en el Arena, Hendrix clausuró el tercer periodo con 78-65 para dejar el partido casi sentenciado.

Y, la verdad, sin el casi. El Joventut, impotente se limitó ya a ser el saco de golpes de un incisivo Herbalife Gran Canaria. Nada más comenzar Aguilar le dio el +15, 82-67, y comenzó a abrochar, si es que no lo estaba ya, la novena victoria amarilla del curso. Si había alguna duda tras un triple de Bogdanovic que supuso el 84-72, Aguilar se encargó de sepultarlas con una bandeja fácil para el 88-72 cuando aún faltaban cinco minutos por jugarse. De ahí hasta el final el único aliciente era conocer si los locales llegarían a los 100 y la distancia final. No se llegó a esa cifra mágica, pero está a un paso de alcanzar su primer objetivo del curso. “A la Copa, oé” fue el grito de guerra de su afición al final del duelo. La tiene tan cerca tras las derrotas de Andorra y Bilbao...