El Zaragoza se ahoga en la orilla de un despistado Gran Canaria

Condicionada como estaba su plantilla por las ausencias, Casimiro sorprendió con un quinteto inicial en el que destacaba la presencia de Paulí y Pasecniks por los habituales O´Neale y Hendrix, mientras que Ryan Hollins, por una cuestión de cupos, ocupó la plaza de Planinic y Aguilar se lo perdió por lesión. El pívot estadounidense no llegó a debutar.

Lo cierto es que el alero catalán, puro nervio a veces en exceso, comenzó como un cohete, y como tal reventó el aro zaragozano para darle la primera ventaja al Granca, 4-2. Poco importaron las dos faltas de Salin en apenas un minuto, pues Báez distanció muy pronto al Herbalife, 12-6. Gecevicius templó nervios al ataque siguiente con un triple, pero con McCalebb al mando, imparable como era en el 1x1 ante Tomás Bellas o Holt, los locales mantenían distancias, 18-11, mas el Tecnyconta Zaragoza no se venía abajo ni con el triple de Kuric para cerrar el primer parcial (22-17).

Pese a machacar la canasta rival con incontables rebotes ofensivos, hasta 11 en el primer tiempo, el Zaragoza apenas sacaba rédito. Así, en menos de lo que dura un pestañeo, Oliver y Kuric le dieron un +9 al Granca, 26-17, que obligó a Casadevall a parar el partido mediante un tiempo muerto con 8:20 todavía por jugarse de este segundo cuarto. Poco después, un 2+1 de Hendrix le daba el primer +10 al Granca, 29-19, ante un Zaragoza anonadado, acaso imponente ante el rocoso transitar del tractor amarillo.

Cinco puntos de una tacada, producto de un triple con fata encestado por Kuric y ese rebote ofensivo aprovechado por O’Neale, lanzaron a un Herbalife Gran Canaria que por aquel entonces se sentía imparable, 35-19. Benzing acudió al rescate de los suyos con un triple que desataba nudos asfixiantes, 37-27. Parecía conformarse el Zaragoza con sacar el paragüas hasta que escampara, y se encontró con un milagroso triple de Bellas y otro bien ejecutado por Holt para llegar con vida al descanso. Ese 45-36, inexplicable minutos antes, hacía presagiar una intensa segunda parte.

La energía que no apareció en la primera la puso en cancha el equipo maño nada más empezar el duelo tras el estío. Así, un parcial de 0-8 coronado con un triple de Benzing le enganchó de nuevo al partido, 47-41. No pasaba de ahí el Tecnyconta, y Kuric se recorrió toda la cancha tras robar el balón para darle al Granca un peligroso 58-47. Pero ocurre que no es que sea el de Casdevall un equipo que se rinda aunque esté siendo claramente superado. Espera su momento y se lanza a degüello. Así lo hizo Juskevicius, que con dos triples seguidos, 60-56, hacía ver cada vez más cerca la luz al final del túnel del GC Arena. En medio de la ciclotimia en la que se movía el duelo, Hendrix le volvió a dar un +10 al Herbalife, 66-56, en el epílogo del tercer cuarto.

Martillo pilón.

Con la táctica del martillo pilón, ni que fuera la gota malaya, el caso es que el Tecnyconta Zaragoza plantó batalla hasta los últimos segundos. Tanto, que casi se lleva el partido. Y eso que el último cuarto no puedo empezar peor con ese triple de O´Neale en contra para el 69-56. Una idéntica acción de Benzing impidió poco después que el Herbalife reventara el partido, 75-65, y a ese clavo ardiendo se agarraron los suyos, guiados por un sobrio y soberbio Tomás Bellas (11 asistencias finales), para llegar con vida hasta el final.

Dos nuevos triples de Gecevicius anunciaron batalla, 80-74, ante un Granca con evidente miedo a perder un partido que estaba controlado. Fotu casi le daba la puntilla al milagro con una cómoda canasta, 84-82, pero Kuric sentenció desde el tiro libre. Se hartó a nadar el Tecnyconta Zaragoza para el final fallecer en la orilla. Con la cabeza alta, pero se ahogan sus opciones de Copa del Rey, para la que el Herbalife Gran Canaria da un pasito más. Si esta tarde pierden Andorra, contra el Barcelona, o Bilbao, contra el Real Madrid, estará en dichos puestos por primera vez en la temporada. Nunca es tarde si la dicha es buena.