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PANEVEZYS 73 - GRAN CANARIA 92

Paseo en Lituania y liderato para el Herbalife Gran Canaria

La victoria en Lituania le da el liderato definitivo del Grupo A pase lo que pase en la última jornada ante el Skopje. Kuric, 20 puntos, de nuevo el mejor. Volvió Darko Planinic.

Paseo en Lituania y liderato para el Herbalife Gran Canaria

Demostró una vez más el Granca que va muy sobrado en esta Eurocup. Tanto es así que, salvo en los minutos finales del segundo cuarto, abusó por completo de un Lietkabelis que nunca estuvo por encima en el marcador. En espera de hollar cumbres más altas, bien valen estas pequeñas atalayas para coger confianza en una competición en la que el equipo de Casimiro volvió a confirmar esta tarde que aspira a lo máximo. Se ha ganado además el derecho de afrontar sin presión una última jornada de la que saldrá líder sin importar resultados propios ni ajenos.

La ciclotimia que en ocasiones envuelve el carácter del Herbalife Gran Canaria le impidió llegar al descanso con el envite sentenciado. Nada hacía presagiar esa igualdad final, pues parecía que los jugadores de Luis Casimiro ganarían cómo y cuándo quisieran, tanta era la superioridad evidente sobre el Lietkabelis, que de no ser por Ksistof Lavrinovic (18 puntos al descanso) y Magden se hubiera llevado una paliza de época. El caso es que el Granca anotaba muy fácil, como demostró ese 0-7 de salida en menos de lo que dura un pestañeo.

El intercambio de canastas posterior no hacía sino favorecer a la formación insular, que resistía las embestidas de Lavrinovic (triple para el 14-18) y cerró el primer cuarto con un triple de Rabaseda desde Las Canteras, ese rincón insular del que tanto disfruta, con la bocina sonando, 20-29. Todo parecía funcionar a la perfección, a modo de acordeón. Se avecinaba tarde plácida en Lituania.

Justo después, al alba del segundo parcial, sendos triples de Oliver y Kuric le daban un +13 al Granca, 22-35, bastante clarificador del espectáculo que se ofrecía sobre el parquet. Solo Lavrinovic parecía ofrecer un mínimo de resistencia, canasta para el 24-37, pero acto seguido fue contestado por Kuric para darle al Herbalife su máxima renta a favor hasta el momento, 24-39. Sin embargo, y cuando los visitantes lo tenían todo a favor para reventar el duelo, les entró una empanada digna de estudio y casi sin venir a cuento. Y eso que sumaba efectos a la causa amarilla como Darko Planinic, quien demostró estar totalmente recuperado (12 puntos). Así, un triple de Williams que supuso el 30-41 fue el preludio de un parcial de 18-6 liderado por Ksistof Lavrinovic quien si no, que permitió al Litkabelis llegar con vida al descanso, 43-45, cuando todo parecía perdido. Mientras hay vida hay esperanza…

Y esta le duró al Lietkabelis, como aquel amor imposible de Sabina, lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks, y un nuevo parcial de 0-7 para el 43-52 obligó a los locales a pedir tiempo muerto cuando apenas se había sobrepasado el minuto de juego tras el estío. El correcalles favorecía sin duda a un Gran Canaria que por fin tenía controlado a Ksistof Lavrinovic, que tardó más de cinco minutos en conseguir su 20º punto, 45-56, y ahí paró su cuenta anotadora. El desfase del primer tiempo había quedado en el olvido para los insulares, del todo desatados tras 2 triples consecutivos y sellados por Salin y Kuric, ni que estuvieran disparando en el OK Corral, para el 48-64. Después, el 54-72 con el que había que encarar el último cuarto convirtieron esos diez minutos en un mero trámite.

Un trámite en el que también colaboraba reventando el balón en aro propio un Pasecniks que crece a pasos agigantados, acción que precedió a una penetración de Kuric que ponía a los suyos 54-78. El Lietkabelis había sacado ya la bandera de la redención, consciente del infierno que se le estaba viniendo encima. Ni siquiera luchó por maquillar el partido, acaso impotente, no había rastro de guerrero en pie, hundido por completo. Solo toca esperar el final del partido como una letanía. Al final, el 73-92 le da una importante alegría al Gran Canaria antes de afrontar un largo viaje de vuelta y, sobre todo, la tranquilidad de no jugarse nada en casa la semana que viene ante el débil Skopje (continúa sin conocer la victoria) en la última jornada de esta primera fase, pues pase lo que pase acabará como líder del Grupo A. Salvo la derrota de Zagreb, cada partido fue un paseo, un dulce caminar antes de las carreteras sinuosas…