Shane Larkin (36 de valoración) no evita el tropiezo en Milán

Menos mal que Sito Alonso alertó a los suyos sobre la gran producción ofensiva de Milán. El Baskonia se pareció más al equipo de Valencia que al de Fenerbahçe. A pesar de que el partido comenzó equilibrado (empate a 9 en los primeros 5 minutos), se estancó en ataque y Armani estiró la goma en la recta final del primer cuarto. Al final del mismo perdía por 10 puntos tras un triple sobre la bocina de los italianos. Los vascos habían concedido 14 tiros libres a su rival en los primeros diez minutos.

Las cosas fueron a peor en la segunda entrega. Los alaveses llegaron a ir cayendo por 18 (41-23, min. 16). No defendían, tenían hombres cargados con faltas (Hanga y Voigtmann con dos) y firmaban porcentajes paupérrimos de tiro. Con menos rebotes y más pérdidas de balón, enfilaron el túnel de vestuarios con una desventaja de 49 a 35. Y eso que, segundos antes, se habían puesto a 10 con el 45-35. Bargnani llevaba 10 puntos al descanso pero la valoración del equipo era muy baja en general.

No mejoraron tampoco las cosas en el tercer cuarto. El Baskonia se puso a 10 de nuevo (60-50, min. 26) pero dos canastas consecutivas de Hickman llevaron a Milán a aumentar las diferencias. Para entonces ya era obvio que Sanders sería el hombre más destacado de los lombardos defendiendo a Bargnani con fiereza y lanzando muy bien desde el perímetro. La máxima en contra de los vitorianos llegó a falta de 1 minuto para la conclusión del tercer periodo (72-53).

Larkin trató de conseguir la remontada con una actuación individual estelar (36 de valoración) pero se encontró muy solo. Cuando parecía que Baskonia podía bajar de la decena en el luminoso cometía pérdidas ridículas o fallaba lanzamientos mal seleccionados. Todo lo contrario que Armani que se marchó del partido, sin ir más lejos, con un 10/23 en triples. Buen porcentaje y anotación generosa como ya había avisado Sito Alonso en la previa. Pero se ve que sus jugadores no estuvieron muy atentos a la charla.