El Iberostar espera su momento para dormir líder en solitario

Bilbao y Tenerife estaban llamados hace una semana a disputarse el liderato como invictos. Pero la derrota en Andorra y en casa ante el Unicaja, respectivamente, les abocó a un segundo peldaño. No importa, no dejan de ser dos de las revelaciones del campeonato. Dos equipos con poco recorrido en ACB y que están en competición europea, que juegan sin dobleces. Por eso se vio un gran espectáculo de baloncesto en Miribilla entre ambos, con apuntes de nostalgia como el regreso a casa de Bogris (jugó infiltrado tras un problema en la espalda en una bandeja en la sesión de la mañana) y un Vidorreta al que plantó cara Salgado, su alter ego durante tantos años, aunque palideció ante la exigencia de sus pares. También Fran Vázquez tiene lazos históricos con la capital vizcaína. Supo perfectamente el Iberostar esperar al momento adecuado, en los cinco últimos minutos, para abrocharse bien el cinturón y despegar. Durmió como líder provisional, en solitario, a la espera de cerrar la jornada.

RETAbet no se pudo estrenar como patrocinador local con una sonrisa. Duran, que se asignó la derrota por estar menos brillante que Vidorreta en una maniobra envolvente de éste que supuso un máster, quiere cerrar la sangría de pérdidas pero otra vez su equipo coleccionó unas cuantas: 17, que se tradujeron en 25 puntos jugosos para los visitantes. La defensa brilló por su ausencia en varios pasajes, sobre todo en los unos contra uno de los pequeños del Tenerife, que generaron mil problemas en el enemigo desde el bloqueo directo. White tiene mucho más recorrido a estas alturas que Borg y repartió 11 asistencias como 11 soles: igualó el tope del club, en poder de Ricardo Uriz desde 2014.

Le ha cogido gusto el Tenerife a Miribilla, porque lleva tres zarpazos seguidos con su juego alegre y envalentonado. Y no digamos Vidorreta a su exequipo. Se mueve como en casa. El partido no tuvo un gobernador hasta que dio un golpe de Estado el cinco lagunero, que ya tiene el mejor inicio de su historia. Otro con la 'táctica del conejo' como el Alba y el Lietuvos, aunque este fracasó. El columpio concedía ventajas a uno y otro, aunque los locales llevaron el mayor peso. Del 10-15 se pasó al 21-15 y otra vuelta de tuerca: 28-30 con ‘alley-oop’ para Bogris. White comenzó muy enchufado, con siete puntos casi haciendo eco al salto inicial, pero luego desapareció hasta que le reclamaron en el esfuerzo final. Los pívots abiertos fueron una tortura para los insulares. Volvieron locos a los grandes, porque Eric, al que Duran guardó largo tiempo por haber cometido muy pronto la tercera falta, no se vio nunca metido en el meollo. Pudo ser clave esa resta. Nikolic endosó un triple y encadenó otro en el final de primer tiempo: 44-43. Luego arreció otra más, de Buva.

Mumbrú y Buva sostuvieron a su equipo delante, eran como una isla en un choque ofensivo, ya que Bamforth cada vez está más amarrado por los rivales. Le gastan atacándole y tiene que ampliar el repertorio porque la ACB no perdona. Esta vez le amargó San Miguel. Dio aquel más pases que puntos hizo, algo muy significativo. Un caracoleo del capitán de Mumbrú a aro pasado certificó el 66-50. De salida en el segundo tiempo, Duran fue cambiando la fisonomía del equipo y metió un quinteto grande con Todorovic y Mumbru como aleros, más Hervelle y Buva por dentro y Borg en la cabina de mando.