Mauraza es el cuarto presidente de la historia del Bilbao Basket
Fue jugador de los tres equipos vascos y sucede a Davalillo. Isabel Iturbe ejercerá como vicepresidenta y el abogado Javier Aguado como secretario no consejero
Koldo Mauraza es el cuarto presidente en la historia del Bilbao Basket, el segundo en la era moderna, tras dar carpetazo al arrindismo. Jon Arrinda, el padre de Gorka, fue el primero en los iniciales pasos del club tras un desierto de 15 años, y Jota Davalillo tomó las riendas posteriormente en la élite, dando un carácter más moderno al cargo. Pero éste entró en conflicto con el máximo accionista, que prefirió nombrar a Pedja Savovic tras dejar el montenegrino las canchas. En la etapa de transición, ya sin Arrinda tras un ciclo negro que estuvo a punto de llevar al club al cubo de la basura, volvió a sentarse en la poltrona Davalillo y con el final de la gestión del grupo alternativo que ha estado ordenando las cuentas estos dos años, ha entrado un consejo con más peso empresarial en el que emerge la figura de otro exjugador, en este caso de los tres equipos vascos en la década de los 80-90.
Mauraza ha sido nombrado por unanimidad presidente de ese consejo en el que Isabel Iturbe ejercerá como vicepresidenta y el abogado Javier Aguado como secretario no consejero. El nuevo órgano rector del Bilbao Basket, por lo tanto, queda formado por Koldo Mauraza, Isabel Iturbe, Álvaro Unamuno, Fernando Suárez, Íñigo Cisneros, Carlos Alonso, Alejandro Beitia, Oscar Zabala y Carlos del Campo.
El nuevo presidente siempre fue un jugador de equipo, una actitud que tratará de impulsar en su nuevo cargo. No destacaba especialmente en nada pero en todo era bueno. Desde luego, era un líder de vestuarios, de los más listos sobre el parqué. En sus orígenes como pívot, era una gozada verlo. Rápido de ejecución, polivalente, con un don especial para colocarse al rebote, muy hábil en el poste... aunque su 1,96 le hacía, como con los 2,04 de su amigo Carbajo, optar a una posición indeterminada. En Bilbao, San Sebastián y Vitoria dan fe de su esfuerzo. Fue evolucionando desde posiciones interiores a exteriores, aunque su tiro, dando palanca de una manera no muy ortodoxa, le penalizaba. Salió de Escolapios, cantera en el pasado de buenos jugadores. Pasó al júnior del Caja Bilbao en aquel estrés por formar un grupo de vizcaínos y poco después llegó a la primera plantilla. Aquí debutó en la extinta Primera B en la campaña 84-85, con apenas 18 años, y después logró ascensos con el Getxo de Segunda y Askatuak a ACB, en la 87-88. El Taugrés empezaba su crecimiento y en la campaña 1989-90 le fichó y permitió su debut en la ACB, aunque solo estaría una temporada. Luego volvió a Bilbao, a aquel equipo lujoso con Kopicki que se estrelló, fracasó con Gómez Carra y Llaneza y finalmente ascendió con Vidorreta, aunque no se materializó por el famoso canon. El baloncesto era ya un complemento ya que su privilegiada cabeza le llevó a formarse en Empresariales e Informática y se abrió paso como auditor y luego como ejecutivo controlador de gastos en Vidrala, una empresa de vidrios alavesa. Mauraza ha ejercido además estos años como comentarista de Radio Bilbao.