BALONCESTO | ESPAÑA 89 - AUSTRALIA 88
1 x 1 de España: soberbio Gasol hasta el final, decisivo Chacho
Pese a no estar físicamente al 100%, Pau completó otro partido de leyenda con la Selección: 31 puntos y 11 rebotes. Sergio, vital en el último cuarto.
Ricky Rubio (aprobado, 6 de valoración): Dos tempraneras faltas le mandaron al banquillo nada más comenzar. Dirigó mejor que lanzó: Australia le concedió varios tiros abiertos que erró. En el futuro, debe asumir un rol mucho más protagonista en la Selección. Pese a mantenerse como base titular durante todo el torneo, Sergio le ha comido terreno en los momentos decisivos.
Sergio Llull (suspenso, -1): Lo mejor fue su gran defensa sobre Patty Mills en uno de los últimos ataques australianos. No tuvo su día (mañana en Río) en ataque: 1/9 en tiros de campo. Como Ricky, buena parte del peso debe recaer sobre sus hombros en los próximos veranos.
Rudy Fernández (bien, 8): No vimos la versión más eficaz de Rudy (como la del partido ante Argentina), pero volvió a dejarse todo sobre el parqué. Además, anotó un par de triples en los momentos de mayor atasco ofensivo de la Selección. Si los Gasol, Navarro y compañía se retiran, es el hombre llamado a ejercer de nexo entre generaciones.
Nikola Mirotic (bien, 17): Fue de más a menos, pero en este torneo olímpico se le ha visto bastante más integrado que en el Eurobasket 2015 con la Selección. Su 3/3 en triples —faceta en la que se resarció tras la semifinal ante Estados Unidos— se vio empañado por el rebote ofensivo que le robó David Andersen en el penúltimo ataque australiano. En líneas generales, ha completado un buen campeonato.
Pau Gasol (sobresaliente, 38): Aparecía tras cada balón que escupía el aro para palmearlo dentro. Una vez más, como siempre, acudió al rescate de la Selección para colocarla de nuevo en el podio y acabar con otro doble-doble inolvidable: 31 puntos y 11 rebotes. Es cierto que las molestias físicas que arrastra le mermaron en defensa (sufrió en exceso con la movilidad y el tiro exterior de David Andersen), pero en ataque no se borró y volvió a ser el faro español. El gran referente que martilleó a los australianos. Ya en el ultimo minuto, con España uno abajo en el marcador y con un 4/7 en tiros libres en su cuenta personal, acudió a la línea de tiros libres. El pulso no le tembló. Anotó los dos. Quizá sean sus dos puntos partidos con la Selección (es su máximo anotador histórico tras superar a Epi)... Su primer torneo oficial fue el Eurobasket 2001. Se colgó el bronce al cuello. El mismo metal que ahora en Río. Parece un guiño del destino. Por si acaso, eternamente agradecidos E.T.
Sergio Rodríguez (notable, 8): Su partido arrancó en el último cuarto, perido en el que anotó los 11 puntos que sumó. Casi desapercibido hasta entonces (salvo alguna asistencia marca de la casa), tiró de España como hace diez años en aquella semfinal mundialista ante Argentina en Japón. Anotó los dos últimos puntos del duelo tras una personal de Mills más que dudosa, pero fue el encargado de sumar una nueva medalla para el baloncesto español. Un fijo que probará ahora, de nuevo, fortuna en la NBA. ¡Suerte Chacho!
Felipe Reyes (bien, 8): Otro que casi seguro dirá adiós. Felipe se despide de Río con otro partido en el que volvió a ser portagonista bajo tableros: anotando (7 tantos pese a fallar alguna canasta fácil), reboteando y forzando esas faltas tan características. Siempre Felipe, siempre su lucha, su garra e intensidad.
Víctor Claver (bien, 7): Anotó dos triples casi consecutivos desde la esquina en los mejores minutos de juego de los de Scariolo. Poco a poco fue perdiendo peso en el encuentro, aunque en defensa dejó su sello.
Willy Hernangómez (aprobado, 2): Poco utilizado —apenas disputó 5 minutos—, cumplió sobre el parqué. Se resarce de su mal inicio en el torneo.
Juan Carlos Navarro (aprobado, 3): Una pena que el gran capitán se despida (adiós no confirmado, es más ha dejado caer su continuidad para futuros compromisos) sin convertir ni un solo triple pese a que tuvo varias oportunidades. Ya no es la segunda (ni la tercera) opción ofensiva española, pero su presencia sumó para conseguir el bronce. Leyenda eterna.
No jugaron: José Manuel Calderón (no jugó en el que puede ser también su último encuentro con la Selección, pero volvió a ser un ejemplo por su compromiso con el equipo) y Álex Abrines.