Navarro, leyenda: baloncestista en activo con más Juegos
Sólo Jesús García Bragado, que sumará siete en Río, Manel Estiarte (seis) y Luis Álvarez Cervera habrán disputado más Juegos que él.
Casi de puntillas, nunca le ha gustado hacer demasiado ruido, Juan Carlos Navarro este domingo (0:00 horas ante Croacia) arrancará su quinta participación en Juegos Olímpicos. La cifra dice algo en el deporte español. Sólo Jesús García Bragado, que sumará siete en esta cita de Río, Manel Estiarte (seis) y Luis Álvarez Cervera habrán disputado más Juegos que él. Igualará, además, a leyendas como Arantxa Sánchez Vicario. La cifra dice incluso más en el baloncesto mundial: sólo Andrew Gaze (Australia), Óscar Schmidt (Brasil) y Teófilo Cruz han llegado a esa cifra. Gaze llegó a ser abanderado de Australia en Sidney. Óscar recibió una condecoración del COI y sonó también como posible abanderado brasileño. Navarro…
“Me acuerdo que en Sidney nos cruzamos con Gaze. Se fue a más de veinte puntos para remontarnos... Él y Shane Heal tenían gran capacidad de anotación”. Sidney… Fueron los primeros Juegos de Navarro, en 2000. Entonces él, ya figura en el Barcelona, le quitó protagonismo a un madridista, Alberto Angulo, que aceptó su rol de suplente (también Herreros). Nacho Rodríguez, ex internacional español y compañero durante años de Navarro en el Barça y la selección, cree que en esos Juegos se pusieron semillas de las medallas que vinieron: “Se empezó a sembrar ese espíritu de compañerismo. Para eso Juan Carlos es único”. Navarro asegura que lleva el rol “con naturalidad, así es la vida”. “Yo puedo hacer unas cosas, Llull otras… Esto es muy largo y habrá minutos para todos.
Brevemente, Navarro recuerda Sidney como “una gran ilusión. Además pudo compartir mi debut con la selección con Raúl López, lo que me permitió disfrutarlo más”. De Atenas, la decepción: “Teníamos muy buenas sensaciones, habíamos hecho una gran primera fase. Pero EEUU, que había pasado cuarta, nos cortó el camino a las medallas”. De Pekín siempre quedará la imagen de Navarro cogiendo el balón a 3,8 segundos del final y dándose un paseo sin botar el balón. Frustrado: “Siempre me quedará la sensación de que fue un partidazo y de que estuvimos muy cerca de conseguir ese oro y los pasos no pitados no ayudaron”. En Londres “fuimos de menos a más en el torneo, nos volvimos a cruzar con los americanos y se volvió a ver un gran partidazo. Por momentos también estuvimos muy cerca”.
Navarro cierra su libro de los Juegos en Río “con la misma ilusión” que en Sidney. Es lo que Pau Gasol llama el “amor al juego”, de la generación del 80.