Álex Abrines, de las lágrimas de 2015 a su verano perfecto
Acaba de cumplir 23 años en uno de los mejores momentos de su vida, un verano radicalmente distinto al pasado en lo personal.
Álex Abrines cumplió el lunes 23 añitos en medio de un verano que no olvidará. La próxima temporada será el rookie europeo mejor pagado de la historia en la NBA. Oklahoma City Thunder le pagará casi 6 millones de dólares por cada uno de los tres años de contrato que ha firmado con la franquicia del estado en el centro-sur de los Estados Unidos. Y, sobre todo, cumplirá un sueño inesperado: estar en sus primeros Juegos, asunto que hace menos de un mes veía imposible. Las idas y venidas para cerrar su contrato hacían pensar que el elegido por Scariolo sería Fernando San Emeterio, que participó con éxito en el Eurobasket y cuenta con ascendencia en el vestuario de la Selección.
A Abrines le ha favorecido, sin duda, la confianza que siempre le ha demostrado Scariolo. El año pasado, el mallorquín, pese a jugar unos minutitos en un amistoso en Burgos, tuvo que abandonar la concentración de la Selección por una fascitis plantar que le impedía rendir a satisfacción. Lo hizo entre lágrimas delante de Scariolo. Este le pidió calma y, sin prometérselo, le garantizó que contaría con él para futuros encuentros. A Abrines aquel día no había forma de consolarlo. En el Mundial de España, en 2014, tampoco pudo aportar casi nada. Jugó menos de cinco minutos por partido, también por problemas físicos.
Hijo de jugador de baloncesto, Abrines se crio en el colegio La Salle de Palma donde empezó a impresionar en algunos campeonatos intersectores y hasta se midió a Barça o Joventut. Pero nadie se interesó realmente por él hasta que acudió a Málaga y empezó a entrenarse en Los Guindos. Allí, técnicos de la base de toda la vida como Paco Aurioles (ayudante de Scariolo en el Unicaja campeón de Liga de 2006) captaron su talento, le dejaron desarrollarse sin forzarle en los entrenamientos. Recibió el visto bueno de Aíto, sorprendió al mundillo del baloncesto en la temporada 2011-12 con una facilidad pasmosa para hacer puntos.
Abruptamente, sin embargo, Abrines, con la recomendación de su agente Igor Crespo, mandó un requerimiento notarial al Unicaja en junio de 2012 en el que anunciaba su marcha al Barcelona. Aquello dolió muchísimo en Málaga, que le consideraba un tesoro descubierto en Los Guindos. Su historia, desde entonces, es conocida hasta este año. Abrines se va a la NBA habiendo sido elegido el mejor jugador joven de la Euroliga. Pero sobre todo se seca las lágrimas de 2015. Scariolo, que ha tenido espías por todos lados siguiendo su progresión desde que llegó a ese viejo pabellón de Los Guindos, no le ha fallado.