Durant y Klay arrasan a China en otra brutal paliza (+49)

Pueden perder un partido y quedarse sin el oro. Por supuesto, esto es deporte. Pero, siendo realistas —basta con un poco—, cuesta imaginar que esta selección que ha armado Estados Unidos pese a las bajas (LeBron, Curry, Anthony Davis, Kawhi Leonard...) no se suba a lo más alto del podio el próximo 21 de agosto en Río de Janeiro. Tras arrasar a Argentina el viernes en Las Vegas, el equipo de Mike Krzyzewski destrozó (106-57) al que precisamente será su primer rival en la cita olímpica: China. Un +49 que ilustra la diferencia existente entre las dos suporpotencias mundiales en lo que al mundo de la canasta se refiere. "Teníamos que ganar este partido, pero la manera en la que lo hemos hecho ha sido excelente. Estamos creciendo como grupo", concedió tras el encuentro disputado en el Staples Center de Los Ángeles el 'Coach K'. Y eso que apenas llevan una semana de concentración...

Carmelo Anthony fue el único en repetir como titular. El alero de los Knicks (con un mal día en el tiro: 2/9 para apenas cinco puntos) compartió un quinteto inicial junto a Kyle Lowry, DeMar DeRozan (13 tantos en su regreso a Los Ángeles, nació en Compton, localidad perteneciente al condado de la urbe californiana), Paul George y DeAndre Jordan. Fue el pívot de los Clippers (12+5 y 3 tapones, además de un airball en un tiro libre que desató las carcajadas de sus compañeros) quien abrió la fiesta con un tapón y culminando seguidamente un alley-oop en las dos primeras posesiones del amistoso. Sin embargo, la brecha inical no fue a mayores. El desacierto marcó los primeros minutos. Tanto fue así que transcurrido el ecuador del cuarto inaugural el marcador señalaba un paupérrimo 4-2 favorable al Team USA.

Todo cambió tras el primer tiempo muerto. Kevin Durant (quien fue abuecheado por parte del público de LA —plantó a los Clippers y ni siquiera quiso escuchar la propuesta de los Lakers— durante los prolegómenos) y Klay Thompson saltaron al parqué. El segundo abrió la veda con un triple, mientras que su nuevo compañero en los Warriors se encargó de anotar 9 puntos en dicho periodo que permitieron a los locales cerrar el primer acto doblando a los asiáticos: 26-13. Sin contabilizar los 18 tantos de Yi Jianlian, ex NBA y gran estrella China, KD (19 en una serie de 4/5 en triples) y Klay (17) fueron los máximos anotadores del duelo. En su segundo partido juntos, y aún sin Stephen Curry, ambos empiezan a dar muestras de lo que podeemos ver esta próxima temporada en Golden State.

Precisamente será en el Oracle Arena donde jueguen en la madrugada del martes al miércoles (04:00, hora española) su próximo partido. Y donde, salvo inesperado y sorprendente cambio en el guion, veamos una nueva exhibición ante el mismo rival. A buen seguro que China (31,6% en tiros además de atesorar 26 balones perdidos) tratará de mejorar su imagen. Otra cosa es que lo consiga. En los tres cuartos restantes que vimos en la pasada madrugada Estados Unidos se dedicó a reventar el aro contrario, faceta en la que destacó sobremanera DeAndre Jordan. En definitiva, se divirtieron. Lo que es sinónimo del espectáculo. Cousins, el otro pívot puro de la convocatoria, también ofreció (como en el duelo ante Argentina) sensaciones muy positivas. Como los detalles de clase y calidad que regaló Kyrie Irving. En una rotación ajustada al máximo (fueron cuatro los minutos de diferencia entre el que más jugó respecto al que menos lo hizo), sólo Draymond Green no estrenó su casillero anotador. Poco importó. El rodillo estaba en marcha (y podría haber subido su nivel uno o dos puntos más si lo hubiese querido) para sellar la victoria consecutiva número 65 de la selección estadounidense. Desde aquella ya lejana y sonrojante derrota ante Grecia en las semifinales del Mundial de Japón 2006 no ha vuelto a conocer la derrota. Y seamos francos con nostros mismos. Tampoco parece que esta racha vaya a concluir este verano.