—¿Por qué quiere ser presidente de la FEB?

—Soy un hombre de baloncesto desde pequeño. La naturaleza no me dotó de las cualidades físicas necesarias y pasé a ser árbitro. Llevo años trabajando en la Federación Vasca. Nunca he tenido un cargo en la FEB: conozco la casa pero no he participado en su gestión.

—Se le pone la etiqueta de continuista. ¿Le molesta?

—Las etiquetas suelen ser injustas. A todo el que piense que mi candidatura es continuista, le invito a leer mi programa. Además, cuento con personas que demostraron que no lo son. La Federación Catalana, por ejemplo, presentó los documentos a la auditoría del CSD. Sáez consiguió unos logros que nadie puede negar, pero era presidencialista. Nosotros proponemos, en cambio, una FEB abierta, participativa.

—¿Qué se ha hecho mal?

—Deberemos hacer unas auditorías para saber cómo está la FEB. A nivel deportivo, una asignatura pendiente son las competiciones. Deben ser más ajustadas y racionales.

—Como miembro de la actual dirección de la FEB, ¿conocía Martín Caño las presuntas irregularidades de Sáez?

—Habría que preguntárselo a él. En todo caso, como presidente de la Madrileña apoya esta candidatura porque no está de acuerdo con una federación presidencialista.

—¿Sería su vicepresidente?

—No. Los cargos, en principio, están sin definir.

—Como exárbitro, ¿es el candidato de los colegiados?

—Los árbitros son los grandes olvidados, los deportistas incomprendidos. Debemos integrarlos en el entramado deportivo y dignificar su figura.

—La principal fuente de ingresos es la Selección, ¿le preocupa el cambio generacional?

—Va a ser casi imposible que se repita una generación así. Todavía hay grandes jugadores a los que les queda recorrido. Y hay que trabajar en la cantera.

—Las categorías inferiores son exitosas.

—Hemos perdido la cuenta de las medallas que ganan. Eso es bueno.

—Pero muchos no llegan a la élite.

—Hay que intentar que la diferencia entre la LEB y la ACB sea la menor posible. Que haya muchos españoles para arrinconar a los extranjeros.

—¿Y el básquet femenino?

—Es el primer deporte en licencias femeninas. Es prioritario que la FEB tenga un programa de promoción no sólo a nivel de jugadoras, sino de entrenadoras, árbitras y directivas.

—¿Ve posible un campeonato absoluto autonómico?

—Son profesionales. Habría que dotarles de unos seguros. Sería un torneo bonito, pero difícil de disputarse.

—La selección vasca sí juega.

—Un amistoso de forma circunstancial. Nada más.

—¿Tantos partidos perjudican al jugador?

—Son los protagonistas, pero no son un chicle que se estire.

—Además en 2017 comienzan las ventanas FIBA.

—Habrá que ver los resultados. No va a haber jugadores NBA y eso merma el potencial deportivo y, a lo mejor, el interés.

—El presidente de la Catalana amenazó con desvincularse si no tenía un peso dentro de la FEB.

—Habría que preguntárselo a él. Pero las instituciones están por encima de las personas y la Catalana tiene clara vocación de participar en la Federación Española.­