Se dice que en un playoff a cinco el primer asalto vale medio combate. Pues bien, ese round inicial anda ya en el zurrón del Madrid. Que empezó mal, sobre todo en ataque, con pérdidas de balón propias de una categoría de aprendizaje, y acabó pletórico. Tanto, que se ensañó con un Valencia Basket en día aciago (2 de 22 en triples) y que optó por bajar los brazos y ahorrar energía. Parcial de 46-18 en los últimos 15 minutos con Llull, Carroll y Reyes destacados. También Rudy.

La primera parte, por decirlo finamente, resultó difícil de tragar y más aún de digerir. De las que vacían una grada al grito de fuego. Al principio, la defensa del Valencia angustió a un Madrid que extravió ocho balones en los 12 primeros minutos. Los de Laso empezaron, además, negados desde el triple (2 de 10), pero les bastó con echar un vistazo al rival para venirse arriba: ¡0 de 14 al descanso! Se puede lanzar más pero no peor.

Aun así, los visitantes lideraban con Sato golpeando con la constancia y la fuerza de un martillo industrial. Maciulis lo sufría impotente: 8 tantos en 5 minutos para el centroafricano y ocho de ventaja para los suyos poco después (16-24, minuto 23). Laso, que había metido en pista a Carroll y a Rudy tras tres semanas de baja, apostó por Doncic al timón. De base único con Llull y Chacho en el banquillo. Apretó Rudy atrás, hizo un par de penetraciones con bote Carroll y Doncic gobernó los espacios y el ritmo. Parcial de 9-0 que se estiró hasta un 15-2 (31-26).

En la reanudación, Shurna embocaba el primer triple, apenas un espejismo en medio de una catarata incontenible de errores, y recuperaba el mando: 36-39. Taylor y Maciulis, aleros titulares por segundo encuentro seguido, ofrecieron un plus para hacer frente a la zozobra. El lituano se creció atrás, robó un balón y machacó. El sueco clavó dos triples para abrirle la puerta a Llull, que surgiría imperial. Cambio de ritmo total, adiós a la anodina primera parte. Justo entonces Ayón sumaba su canasta 18 de 19 intentos en este playoff (47-42).

Más Llull y mucho Carroll para el demarraje final ante un enemigo asolado, sin nervio y con la  confianza demolida tras su pésima noche en el tiro. A destacar, la enorme labor de Felipe Reyes, como cuatro y como cinco. Castigó en el rebote, mostró gran presencia defensiva y robó cuatro balones con manos rápidas. Buenos minutos de Rudy y de Nocioni y escasa aportación de Justin Hamilton, en el quinteto ideal del curso. Los 35 puntos del último cuarto suponen la tercera mayor anotación en la historia del playoff y el 35-15 la segunda diferencia más amplia. El sábado más y mejor, pero con 1-0 en la casilla. El Valencia nunca ha remontado una eliminatoria a cinco duelos tras caer en el primero (0-10). A ver.